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Agenda Confidencial / AMIS ¿Atole con el dedo?


La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), ha hecho saber a los propietarios de los 16 mil inmuebles que tiene asegurados en Acapulco, Guerrero, cuyas propiedades fueron arrasadas por el huracán “Otis”, que para acelerar el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas en Guerrero realizará anticipos de pagos para remoción de escombros o para iniciar la reparación en los inmuebles asegurados, lo que parece una tomadura de pelo, porque a dos semanas de los lamentables acontecimientos, sólo unos cuantos, por no decir que nadie, han recibido dichos anticipos.

La directora de AMIS, Norma Alicia Rosas, quien lleva una semana con la misma cantaleta, prometió que “una vez confirmada la cobertura, los asegurados pueden disponer de un anticipo de pago para remoción de escombros o para iniciar la reparación de los inmuebles asegurados, aun sin concluir completamente las evaluaciones en casa habitación y PYMES. Inclusive podrá otorgarse más de un anticipo de pago. Este paso es crítico para iniciar la reconstrucción.” Lo extraño de esta promesa, es que miles de asegurados que ya cumplieron con todos los requisitos y a quienes los ajustadores de diversas compañías (GNP, AXA, Metlife; BBVA Seguros, por solo mencionar algunas) ya “cerraron la valuación de los daños” y les dijeron que su propiedad fue pérdida total, no saben cuándo les caerá el importe que cubre su póliza por daños a los contenidos, remoción de escombros y otros conceptos.

Más aún, en ciertos casos las aseguradoras quieren “chamaquearse” a los dueños de los inmuebles con el argumento de que tal o cual concepto no estaba incluido en su póliza. Por ejemplo, si los contratantes no tuvieron la precaución de que su cobertura especificara “Riesgos meteorológicos contenidos”, y sólo dice “Todo riesgo contenido”, no le van a pagar ni un quinto. Otra cobertura es la de “rotura de cristales”, pero si los cristales formaban parte de la cancelería que los vientos huracanados se llevaron, tampoco le van a pagar ese daño, no obstante que supuestamente está considerado en la cobertura de “todo riesgo contenido”, o “todo riesgo edificio”.

Dice la “señito” Norma, que los seguros son un instrumento financiero para proteger el patrimonio, así como para que las familias mantengan su estabilidad económica, ante situaciones catastróficas, y que, para cumplir con ese objetivo, el sector asegurador tiene tres veces el capital de solvencia establecido en la legislación y normativa aplicable por las entidades reguladoras, con lo que demuestra su fortaleza, incluso ante situaciones como las que vive Guerrero.

¡Pues podrá decir misa! Exclaman los afectados y asegurados no sólo de Guerrero sino de todo el país, pero en muchos casos pareciera que las aseguradoras mexicanas se burlan de sus clientes ante la mirada complaciente de la autoridad reguladora. ¿Cómo, existe alguna institución que regule al sector? Si la respuesta es afirmativa, seguramente está “de florero”, y más si depende de la secretaría de Hacienda, cuyo titular está igual.

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