El sector asegurador está listo para enfrentar una posible catástrofe relacionada con la erupción del Popocatépetl y recomendó a aquellas personas que pudieran verse afectadas tener en un lugar seguro su póliza de seguros, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

“El sector (asegurador) sí está preparado para todo este tipo de catástrofes. Por un lado cuenta con el capital suficiente para poder hacer frente a todas las responsabilidades que pudieran derivarse de esto, y el sector lo ha demostrado muchas veces en sismos, huracanes e inundaciones”, manifestó Norma Alicia Rosas Rodríguez, directora general de la AMIS.

Si bien, el sector está preparado, lo relevante también es saber cuántas casas, autos o terrenos agrícolas de las zonas que pudieran resultar afectadas cuentan con un seguro y en caso de contar con la protección se debe tener en un lugar seguro y disponible la póliza.

En ese sentido, Juan Patricio Riveroll, presidente de la AMIS, dijo que el riesgo de erupción volcánica o temblor, debe estar contemplada en la póliza.

En el caso de los seguros de automóviles, que son los que estarían más expuestos al tema de las cenizas, que les caigan piedras o algo por el estilo, casi cualquier seguro, que no sea una cobertura de responsabilidad civil, el riesgo está contemplado y será cubierto sin menor problema.

Sin embargo, como propietarios de vehículos, se debe tener cuidado con el retiro de las cenizas o piedras, si los limpian se puede volver como una lija y rayar el automóvil, no se contemplaría en la póliza, “pero fuera de eso, yo pensaría que los daños estarían plenamente cubiertos”.

“En las pólizas está contemplado que cualquier daño a consecuencia de algún temblor y/o una erupción, cualquier daño que venga como consecuencia de eso está cubierto. Si cae una piedra incandescente y se incendia una casa, pues está cubierto ese incendio, por supuesto”, subrayó.

Sobre la responsabilidad de las aerolíneas que han cancelado sus vuelos, comentó que tendría que verse si el boleto se adquirió por tarjeta de crédito o de la aerolínea cuando se compró el vuelo.