Bienestar financiero
La planeación financiera se entiende como el proceso de definir los objetivos
financieros y desarrollar estrategias para alcanzarlos. El bienestar financiero
no implica dejar de gastar, o evitar actividades recreativas, sino el organizar
y planificar el uso de los recursos.
En el contexto mexicano, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión
Financiera (ENIF, 2021), 22% de mexicanos planifican un presupuesto, 21%
tienen un fondo de ahorro formal, 21% tienen algún seguro, y 2% tienen su
dinero en inversión; dejando al resto desprotegido ante cualquier
eventualidad por una planeación deficiente.
El bienestar financiero se puede alcanzar tomando medidas como: 1)
Presupuestar, es decir, conocer los recursos que se tienen; 2) Teniendo
un fondo de ahorros, para generar la capacidad de cubrir imprevistos; 3)
Teniendo seguros, pues dan seguridad a los gastos o inversiones
realizados y en gran medida cubren montos para los que los fondos de ahorro pueden resultar insuficientes; 4) Invertir, para hacer crecer el
recurso, como la idea del autor Samuel (1926), en su libro El hombre más
rico de Babilonia, que refiere que las inversiones son la forma en la que el
dinero ganado empezará a trabajar para su dueño, creando un ciclo de
bienestar, mejor calidad de vida, mayor riqueza, menor esfuerzo y mayor
disfrute.
Otro tema relevante del bienestar financiero es el financiamiento, entendido
como la obtención de recursos de fuentes externas. Este muchas veces es la
forma de adquirir o solventar algo que de otra forma no se podría, y al
planificarse con una correcta proyección se aminora el riesgo de caer en la
situación en la que se encuentran un gran número de mexicanos, que se ven
rebasados por deudas no planificadas.
En la actualidad hay muchos medios e instituciones para aprender del tema,
el Tecnológico de Monterrey por ejemplo, busca fundamentar la toma de
decisiones financieras a través del conocimiento, del desarrollo de
competencias a través de un modelo educativo disruptivo y la
competitividad tanto en el ámbito empresarial como personal con carreras
profesionales, maestrías y doctorados.
El bienestar financiero podría resumirse entonces, como el programar los
gastos y designar una parte para el ahorro, siendo las dos directrices la base
para lograr una estabilidad tan deseada en nuestro mundo.