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Cooperación y transparencia: esto aprendió México de la pandemia


El COVID-19 obligó a las empresas, el gobierno y al sector social a cooperar como nunca antes para hacer frente a la crisis sanitaria, compartieron líderes de la industria en el Expansión Summit.

La pandemia de COVID-19 mostró las debilidades de la atención médica en México, pero también fue la oportunidad para mostrar que la cooperación entre el gobierno, las empresas privadas, la ciencia y la sociedad civil es clave para hacer frente a este y a otros desafíos en términos de salud que el país enfrentará en el futuro.

El COVID-19 está a 14 millones de dólares de superar al huracán Wilma, de 2005, como el siniestro más caro para las aseguradoras en México, una cifra que puede alcanzar en poco tiempo, ya que se trata de un siniestro que continúa.

Sin embargo, esto solo constituye un porcentaje muy pequeño de los costos reales de la pandemia. En México, la penetración de prima de seguro es de 2.33% de PIB, en comparación con el promedio de la OCDE (9.01%).

Estas son algunas de la lecciones que las industrias relacionadas con la salud en México aprendieron durante la emergencia sanitaria y que contaron en el panel El futuro de la salud post pandemia, parte del Expansión Summit.

El sistema de salud en México está rebasado

El COVID-19 mostró muchas de las debilidades del sistema de salud mexicano, que no pudo brindar una atención suficiente a la mayoría de la población, especialmente a los sectores más vulnerables y de menores ingresos.

"Las redes de protección a los más pobres falllaron", dijo Eduardo González-Pier, socio fundador de Blutitude, una empresa de análisis del sector y que elabora el ranking de hospitales privados que publica Expansión.

González-Pier es coautor del informe La respuesta de México al COVID-19, un estudio de caso. La investigación encontró que México fracasó en su respuesta al COVID-19 respeto a lo que hicieron otros países.

Cuatro datos lo muestran: el alto exceso de mortalidad, la enorme tasa de mortalidad en pacientes hospitalizados, la alta tasa de moralidad entre personal sanitario de primera línea y la lenta aplicación de las vacunas.

"Tenemos la necesidad de regresar y rediseñar mejores redes de protección para las poblaciones más vulnerables", señaló González Pier.

La pandemia también puso de manifiesto la poca sostenibilidad presupuestaria del sector salud público en México, que se reflejó en una atención lenta e insuficiente ante la amgnitud de la demanda, explicó Sofía Belmar, presidenta de la Asociación Mexicana deInstituciones de Seguros (AMIS).

Belmar señaló que esto lleva a que un 40% de la población acuda al sector privado, aunque cuente con un servicio sanitaria público. Esto también disparó el costo de los servicios de salud privados, que aumentaron un 15% en 2020.

Además, la pandemia hizo que otros problemas de salud en México tuvieran una menos atención.

"Vemos con preocupación la disminución de las tasas de vacunación de otras vacunas ya existentes, así como también la disminución de la detección de otros malestares como el cáncer, que ha disminuido un 46% los nuevos diagnósticos durante la pandemia", dijo Constanza Losada Presidenta y directora general de Pfizer México.

Otro rostro de esta historia es el acceso a equipo médico. México es el mayor exportador de equipo médico en América Latina, superando incluso a Brasil, y el octavo a nivel mundial. "de dispositivos médicos es un cluster de manufactura dedicado a la exportación", aseguró Alejandro Paolini, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID).

Paolini señaló que, sin embargo, el acceso a dispositivos médicos en México es una historia muy distinta, "Estamos más allá del puesto 40, esto marca un rezago tremendo en lo que se refiere al acceso".

El presidente de la AMID dijo que una de las claves es impulsar nuevos modelos de adquisición, aunque admitió que será complicado, ya que se necesitarán ajustar las leyes en materia de adquisición de equipo médico.

La cooperación es clave

Pfizer ya tenía una asociación con la firma alemana de biotecnología BioNTech previa a la pandemia de COVID-19. Esta alianza permitió que la farmacéutica estadounidense estuviera preparada para desarrollar una vacuna para el virus con la tecnología más innovadora con la que se contaba: el ARN mensajero.

No fue la única de sus alianzas vinculada con la vacuna. La farmacéutica se unió con algunas otras empresas del ramo para acelerar la manufactura de las dosis y así poder ponerla a disposición de más países.

"Hay que tener en cuenta que la colaboración no solo es entre empresas, hay que fortalecer los lazos con el gobierno, con las comunidades científicas, con los pacientes y con la sociedad en general", dijo Losada. "Necesitamos una cooperación nacional e internacional efectiva para evitar que los más vulnerables de queden atrás".

González-Pier destacó la importancia de la colaboración científica, pues el desarrollo de vacunas eficaces para prevenir los contagios de COVID-19 y sus formas más graves es la verdadera solución a este problema de salud pública.

"Esto no solo es responsabilidad del gobierno. Se vio como el sector empresarial, el sector social, todos cooperaron en la parte de contención de las infecciones como en la parte de la respuesta", dijo el socio fundador de Bluetitude.

El sector debe ser más transparente

Otro punto en el que los especialistas en el sector salud coincidieron fue en la importancia de tener más y mejor información acerca de los servicios de salud que se ofrecen en México para que los pacientes puedan tomar una mejor decisión.

La presidenta de la AMIS recordó que el costo promedio por cada paciente hospitalizado por COVID-19 en México en un hospital privado es de 500,000 pesos. Esto ha llevado a muchas familias a la ruina e incluso a organizar rifas o colectas para poder solventar esta deuda.

"El reto de fondo que tenemos como país es la información que tiene el consumidor sobre los servicios de salud de atención privada y la inflación médica de los mismos", dijo Sofia Belmar.

La AMIS propone que se transparenten los precios y los costos de los tratamientos en términos de calidad y desempeño de estos servicios. Esta transparencia permitirá a los pacientes elegir de manera más informada cuál es el servicio más conveniente y también si podrán afrontar el gasto.

"A todos nos conviene que tengamos un sistema transparente, donde la gente pueda decidir donde atenderse basado en estadística robusta y confiable de quiénes prestan los mejores servicios. Es algo muy lógico", dijo González-Pier de Blutitude.

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AMIS, Sofía Belmar, Presidenta de AMIS