Uno de los documentos que no debe faltarte cada inicio de año es tu póliza de seguro de tu automóvil, clave para circular en las ciudades y carretera; la ausencia de una cobertura vigente podría traerte una sanción económica, un gran gasto en caso de un accidente o, el corralón para tu vehículo en algunas entidades. 

Un punto que muchas ocasiones se desconoce es que el seguro de automóvil consta de diversas coberturas como asistencia legal, daños materiales, gastos médicos, robo total del automóvil, responsabilidad civil, robo o daño de accesorios, etcétera. Entre más coberturas mayor será el costo, pero será proporcional a la protección.

Por normativa, el seguro básico que debes tener es el de coberturas de daños a terceros. Este te protege en caso de que generes un daño a otro automovilista, un peatón, ciclista o motociclista en tu recorrido, pero no te ofrece una protección para tu vehículo en caso de robo, daños materiales o pérdida total o parcial. 

Dado lo reducido de su cobertura tiene un menor costo en comparación con los seguros limitados, amplios o los denominados amplia plus. 

Las coberturas más completas incluyen pago en caso de robo o daño a tu vehículo, así como una mayor cantidad en gastos médicos para los ocupantes, e incluso cobertura internacional en algunos casos. 

Conforme las exigencias han aumentado, las empresas aseguradoras han incrementado sus protecciones para responder a nuevas necesidades como coberturas en accesorios o rines, dando una solución rápida a malos ratos como un bache o el robo de un equipo de sonido especializado. 

Siempre debes tener en cuenta las cifras que aparecen en tu póliza, especialmente el porcentaje del deducible que pagarás. Esta cantidad es un porcentaje que debes depositar para las reparaciones o el pago del cheque en caso del robo del vehículo. Existen opciones de cero por ciento, pero estas elevarán el costo de la póliza.

Un punto clave es que, sin importar la cobertura contratada debes respetar los lineamientos de tránsito para hacer válido tu seguro. Conducir a exceso de velocidad, en estado de ebriedad, no portar los documentos como la licencia o tarjeta de circulación. La falla en alguno de ellos puede hacer inválida tu protección y tú tendrás que correr con los gastos. 

Por consejo, lo ideal es comprar una cobertura amplia o amplia plus para no correr riesgos, pero si tu economía se encuentra un poco golpeada por las vacaciones recurre a una póliza limitada o, cuando menos, cobertura con daños a terceros.