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El siniestro más caro, según aseguradoras


Pareciera que no hay sexenio que no deba pasar por alguna catástrofe, principalmente de origen natural, que deje al descubierto la falta de la cultura de la prevención por parte de las autoridades gubernamentales a fin de estar a alerta frente a hechos desafortunados como el que ocurrió hace unos días con la llegada de Otis, huracán que arrasó con el puerto de Acapulco y municipios aledaños.

 

De ahí que, con datos del sector asegurador del país señala que de los 10 eventos catastróficos por los que más ha pagado, cuatro han sido huracanes, esto es Wilma, Odile, Gilberto e Isidore, y juntos acumularon pagos por cinco mil 887 millones de dólares americanos; y según su intensidad, Otis no podría ser la excepción.

 

Eventos costosos

 

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), con cifras a marzo de 2023, se ha pagado por Wilma categoría 5 en 2005 y que pegó en Yucatán, dos mil 675 millones de pesos y, por Odile categoría 4 de 2014 que tocó tierra en la península de Baja California, un mil 439 millones de dólares.

 

Posteriormente está Gilberto categoría 5, en 1988 que alcanzó la península de Yucatán, se pagó un mil 299 millones de dólares, e Isidore categoría 3, de 2002 que también tocó a Yucatán, 474 millones de dólares.

 

Por ello, y ante un fenómeno natural, "al estar asegurados, gobiernos, empresas y familias reciben la suma asegurada, gracias a lo cual tienen mayor capacidad de reacción y recuperación ante un desastre", señaló Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS.

 

En ese sentido, señaló que para 2022, el monto de siniestros de riesgos hidrometeorológicos alcanzó la cifra de dos mil 200 millones de pesos, de acuerdo con datos del organismo, aun cuando, precisó, fue un año en el que no se registraron eventos catastróficos mayores.

 

Y en donde México es uno de los países con mayores riesgos por fenómenos naturales, principalmente por huracanes, sismos y erupciones volcánicas, según los registros de la Organización para las Naciones Unidas (ONU).

 

La AMIS sostiene que los seguros hidrometeorológicos cubren el daño directo a los inmuebles, pero también hay coberturas a los contenidos, a los equipos electrodomésticos, de cómputo; así como por otras pérdidas como remoción de escombros, gastos extraordinarios, entre otras.

 

 Pareciera que no hay sexenio que no deba pasar por alguna catástrofe, principalmente de origen natural, que deje al descubierto la falta de la cultura de la prevención por parte de las autoridades gubernamentales a fin de estar a alerta frente a hechos desafortunados como el que ocurrió hace unos días con la llegada de Otis, huracán que arrasó con el puerto de Acapulco y municipios aledaños.

 

De ahí que, con datos del sector asegurador del país señala que de los 10 eventos catastróficos por los que más ha pagado, cuatro han sido huracanes, esto es Wilma, Odile, Gilberto e Isidore, y juntos acumularon pagos por cinco mil 887 millones de dólares americanos; y según su intensidad, Otis no podría ser la excepción.

 

Eventos costosos

 

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), con cifras a marzo de 2023, se ha pagado por Wilma categoría 5 en 2005 y que pegó en Yucatán, dos mil 675 millones de pesos y, por Odile categoría 4 de 2014 que tocó tierra en la península de Baja California, un mil 439 millones de dólares.

 

Posteriormente está Gilberto categoría 5, en 1988 que alcanzó la península de Yucatán, se pagó un mil 299 millones de dólares, e Isidore categoría 3, de 2002 que también tocó a Yucatán, 474 millones de dólares.

 

Por ello, y ante un fenómeno natural, "al estar asegurados, gobiernos, empresas y familias reciben la suma asegurada, gracias a lo cual tienen mayor capacidad de reacción y recuperación ante un desastre", señaló Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS.

 

En ese sentido, señaló que para 2022, el monto de siniestros de riesgos hidrometeorológicos alcanzó la cifra de dos mil 200 millones de pesos, de acuerdo con datos del organismo, aun cuando, precisó, fue un año en el que no se registraron eventos catastróficos mayores.

 

Y en donde México es uno de los países con mayores riesgos por fenómenos naturales, principalmente por huracanes, sismos y erupciones volcánicas, según los registros de la Organización para las Naciones Unidas (ONU).

 

La AMIS sostiene que los seguros hidrometeorológicos cubren el daño directo a los inmuebles, pero también hay coberturas a los contenidos, a los equipos electrodomésticos, de cómputo; así como por otras pérdidas como remoción de escombros, gastos extraordinarios, entre otras.

 

Los más afectados

 

En los 17 estados más afectados por eventos hidrometeorológicos, los giros de negocios que más han sido perjudicados son las oficinas (24.3%), fábricas (21%), viviendas (19.7%), hoteles (11.6%) y almacenes (9.9%), según cifras de la Asociación a julio pasado.

 

"La atención de siniestros asegurados en hogares, pequeñas y medianas empresas, hoteles, centros comerciales y otras entidades empresariales es crucial para impulsar la recuperación oportuna de toda una comunidad. Contar con los recursos que ofrece el seguro resulta fundamental para fortalecer la resiliencia de Acapulco", precisó la directora de la AMIS.

 

Asimismo, alertó que en la actualidad, se ha observado que los huracanes se intensifican en periodos mucho más cortos que en el pasado; además de que existe una temporada de huracanes anual.

 

Añadió que este año la Comisión Nacional del Agua estimó que el número de huracanes en México se incrementará 30 por ciento.

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