La tranquilidad del seguro
Un seguro, por ejemplo, puede evitar que pagues fuertes cantidades de dinero en caso de una emergencia y ello contribuye a que la economía de tu cartera no se vea quebrada porque la compañía aseguradora pagará la mayor parte.
Los seguros de vida, de auto, contra robos o cualesquiera que tengas contratados te darán beneficios financieros.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), contar con ellos es una inversión, entendida ésta como poner esfuerzo o dinero en algo con el fin de obtener un beneficio mayor en el futuro.
Un seguro puede evitar una catástrofe financiera y el método es simple: hoy pagas una prima, para que mañana no tengas que desembolsar grandes cantidades y así, la prima será sólo una pequeña cantidad comparada con lo que tendrías que pagar por un daño.
La AMIS recalca que un seguro otorga estabilidad financiera, porque las personas no viven presas de la incertidumbre por riesgos que siempre están presentes y que les ponen a hacer “malabares” con el dinero cuando llega a ocurrir un imprevisto.
También evita que adquieras deudas: si hay un evento inesperado, ¿a quién recurres? Tal vez al banco, y aunque los préstamos son un salvavidas, a veces no suponen las mejores condiciones financieras en el futuro.
Entonces, los seguros se convierten en un mecanismo de prevención que además permite ahorrar dinero, lo cual es una buena noticia si no tienes el hábito de hacerlo o no puedes permitírtelo con la facilidad que desearías.
Contar con uno o más seguros te permitirá tener autonomía financiera, reitera la asociación, es decir, contar con capacidad económica y tener un mejor control de gastos; esa libertad te permitirá saber en qué gastas y darte una vida mejor.
Y la joya de la corona: un seguro evitará que heredes deudas: supón que adquieres un crédito para una vivienda, pero si falleces antes de pagarla, heredas la hipoteca y si la persona a la que heredas esta deuda no puede pagar, el banco o la entidad financiera se queda con el inmueble.
Pero si cuentas con un seguro, la compañía con quien contrates asumirá el riesgo ante tu posible fallecimiento y es quien paga el resto de la hipoteca, no tus familiares.