De acuerdo con el Informe Global de Riesgos 2021, la COVID-19 exacerbó los desafíos geopolíticos y sociales en curso, y la crisis existencial del cambio climático cobró gran importancia, por lo que ahora se necesitan más que nunca enfoques más innovadores y colaborativos para afrontar con resiliencia los embates de un nuevo año con un futuro fracturado.

El reporte, publicado por el Foro Económico Mundial, destaca las siguientes implicaciones disruptivas de los principales riesgos, incluida la pandemia originada por el virus SARS-CoV-2 que pueden remodelar el mundo en 2021 y durante la próxima década. 

De modo, a continuación los principales riesgos globales que se visualizan para el presente año:  

La brecha digital

Los algoritmos sesgados, la falta de acceso a la información, la ampliación de las brechas de habilidades digitales y la regulación inadecuada provocan desigualdades sociales, por lo que, de no ponerle atención, se corre el riesgo de que se erosione aún más la cohesión social  que ya está un poco desgastada.  Las empresas y los gobiernos deben buscar nuevas asociaciones y enfoques para impulsar la cohesión digital sin comprometer el avance tecnológico.

La generación de la pandemia

Los jóvenes, que ya sufren de desigualdades intergeneracionales desde hace tiempo, se vieron gravemente afectados por la COVID-19. Los efectos en la educación, la migración y la salud mental dañarán aún más la perspectiva de esta generación. Evitar un futuro de profunda fractura social requiere que sus voces sean escuchadas y participen activamente en el proceso de recuperación de la pandemia.

Navegando las fracturas globales

La intensificación de las rivalidades y la competencia en varios ámbitos entre superpotencias podría impedir la influencia de otras naciones del G20 en las relaciones internacionales y fragmentar aún más la geopolítica. Estos acontecimientos podrían desestabilizar el orden mundial y retrasar el progreso crítico en las preocupaciones transnacionales.

Un trilema de presiones sobre la industria

El creciente poder e influencia de los estados nación, la concentración del mercado en el sector de la tecnología y la presión impulsada por los valores de los consumidores, los empleados y la sociedad en general presentan desafíos complejos para la industria a nivel mundial. Deben considerar la estrategia y las inversiones durante su recuperación de la COVID-19 para evitar resultados catastróficos.

2020 en retrospectiva: Reflexionar sobre la resiliencia

La crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto las desconexiones fundamentales entre los supuestos de preparación para una pandemia mundial y nacional, y las realidades de la gestión de crisis sobre el terreno. Han surgido ejemplos notables de determinación, cooperación e innovación, particularmente con la colaboración entre el sector público y privado, pero muy pocas naciones han brillado en todos los aspectos de su esfuerzo de respuesta. Hay muchas lecciones que aprender para mejorar nuestra gestión colectiva de los riesgos globales.

Perspectiva de riesgo: la falta de acción se avecina en 2021

La falta de acción sobre el cambio climático domina el panorama de riesgos en 2021. Al igual que en 2020, los riesgos ambientales ocupan un lugar destacado en las consecuencias y la probabilidad, con las enfermedades infecciosas y su efecto dominó en el empleo y los medios de vida en un lugar destacado en el panorama de riesgos. Este año, los encuestados también destacaron áreas de oportunidad para actuar y mitigar las consecuencias potencialmente nefastas.