Un seguro puede proteger tu estabilidad y tus finanzas personales. Descubre cómo integrar la prevención a tu planeación financiera.

La vida está llena de imprevistos y acontecimientos no planeados. Algunos de estos eventos pueden poner nuestra seguridad o integridad en peligro y la vida puede cambiar en un segundo, al igual que la salud de tu cartera. Para poder reaccionar económicamente ante esto, vale la pena hacerse la pregunta, ¿me conviene tener un seguro? Y es que contar con herramientas financieras para hacerles frente a estos imprevistos se vuelve una opción a considerar para invertir en tu protección, en caso de que la llegaras a necesitar.

Al adquirir un seguro, cuentas con una red de seguridad financiera que puede ayudarte a costear los gastos asociados a algún accidente, enfermedad, o hasta un desastre natural. Descubre qué tipos de seguros existen, cómo puedes integrar la prevención a tu planificación financiera y por qué te conviene tener un seguro.

¿Qué es un seguro?

Un seguro es un contrato entre una persona y una compañía de seguros. La compañía de seguros se compromete a otorgar compensación financiera o protección contra pérdidas a la persona que lo contrata, a cambio de un pago regular.

De alguna forma, un seguro es como un paraguas. Sí, es mejor tener uno y no necesitarlo, que necesitar uno y no tenerlo.

Una operación de emergencia, un accidente de auto, además de dejarte un susto, tienen la capacidad de impactar tus finanzas personales, además de tu vida y la de tus familiares.

¿Para qué sirve un seguro?

Si bien es incierto si algún día vas a necesitar un seguro, vale la pena pensar cuánto estarías dispuesto a pagar al mes por la certeza de que si te llegara a suceder algo, cuentas al menos con un respaldo para que el golpe sea lo menor posible.

Un seguro te sirve para enfrentar situaciones difíciles con mayor confianza, pues tienes una red de seguridad financiera que te respalda.

Hay seguros de muchos tipos, con distintos tipos de coberturas que pueden corresponder a distintas necesidades de protección.

Tipos de seguros

Existen tres grandes categorías bajo las cuales se pueden agrupar los distintos tipos de seguros que existen:

Seguros personales. Este tipo de seguros cubren todo tipo de riesgos que puedan afectar la existencia, la salud y/o la integridad física de una persona, como los seguros de vida, de salud y de gastos médicos.

Seguros de daños o patrimoniales. Son seguros que protegen el patrimonio de quien los contrata, como el seguro de automóvil, hasta seguros de incendio, daños o robo.

Seguros de prestación de servicios. Estos seguros ofrecen la cobertura de un servicio determinado. Por ejemplo, los seguros de viaje o de gastos funerarios.

En algunos países, como en México, por ejemplo, para circular en automóvil, es necesario que el auto cuente con algún tipo de seguro. Si bien otro tipo de seguros no son obligatorios, hay una diversidad de seguros y planes que se pueden adecuar a tus necesidades de protección y a tu capacidad financiera.

¿Contratar un seguro es un gasto o una inversión?

Ya vimos que un seguro te brinda tranquilidad al saber que estás protegido en caso de un evento desafortunado. En ese sentido, contratar un seguro es un acto de precaución. Destinas una cantidad de dinero mensual, o anual, para pagar un seguro, como invirtiendo en tu protección futura. 

A lo mejor has pagado un seguro de auto por cinco años y nunca te ha pasado nada, ni un rasguño. Es posible que estés considerando que el seguro es un gasto, pues no lo has ‘aprovechado’. Pero imagina que dejas de pagarlo. Y no cuentas con un fondo de ahorro o emergencias. Además de que te podrían multar por no tenerlo, ¿qué pasa si chocas? ¿quién se va a hacer cargo de pagar la compostura? ¿y si te lastimaste o lastimaste a alguien? Lo que pudo haberte parecido un gasto, en el momento de un accidente se vuelve una inversión.

Si eres precavido, tal vez sea buena idea integrar a tu planeación financiera el pago de un seguro. Así como es bueno para la salud financiera destinar un porcentaje de tu entrada de dinero al ahorro, también es una buena práctica de finanzas personales integrar el pago de seguros a tu presupuesto.

Esto te permitirá ir un paso adelante de cualquier tipo de accidente, enfermedad, etc, pues contarás con el respaldo del seguro que contrates.

Al final, ¿conviene tener un seguro?

Aunque un seguro te brinde protección, no elimina por completo los riesgos, pero puede ayudarte a mitigar las consecuencias financieras de eventos adversos y brindarte seguridad en diferentes aspectos de tu vida.

Si te haces la pregunta ¿me conviene tener un seguro?, es muy posible que estés considerando contratar uno y que también te preguntes ¿cuál me conviene? 

Cualquier tipo de seguro que estés considerando contratar, es importante que tengas muy claro cuál es su costo, en qué consiste la póliza, qué tipo de eventos cubre y con qué porcentaje te respalda, según el tipo de imprevisto. Un seguro que te ofrezca poca protección por un monto alto puede no ser el mejor para ti.

Al buscar un seguro, checa las diferentes coberturas y los costos asociados, evalúa tus necesidades y compara diferentes opciones. Checa los términos y condiciones y si se adecúa a lo que estás buscando. 

Recuerda que un seguro está ahí para protegerte, el mejor siempre será uno que se acomode a tus necesidades o que te permita armarlo a tu medida, sin comprometer tampoco tu salud financiera presente.