Ofrece programas de la 4T a 10 países.
Ante mandatarios y representantes de 10 gobiernos latinoamericanos y caribeños, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció formalmente, ayer en Chiapas, los programas sociales insignia de su gobierno, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, para que los implementen en sus países como una medida para frenar la migración.
El ofrecimiento del tabasqueño es uno de los 13 compromisos y acciones en la “Declaración de Palenque” que surgió de la cumbre “Por una vecindad próspera y con bienestar", que encabezó en ese municipio chiapaneco el mandatario mexicano.
"México pondrá a disposición inmediata de los países aquí reunidos su oferta de cooperación y asistencia técnica respecto a estas áreas a través de los siguientes programas: Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, cooperación en materia de petróleo, gas, electricidad y energía renovables, la plataforma de armonización regulatoria de cara a la creación de una agencia de medicamentos de América Latina y el Caribe”, se destaca en la declaración.
Dichos programas ya operan en Guatemala, El Salvador y Honduras, Belice y Cuba, por lo que el planteamiento de López Obrador duplicaría su presencia.
Para la cumbre, López Obrador convocó all mandatarios de los principales países de origen de migrantes, pero sólo cinco asistieron, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Colombia, Gustavo Petro; de Honduras, Xiomara Castro y el primer ministro de Haití, Ariel Henry.
Por parte de Belice, Costa Rica, El Salvador y Panamá asistieron vicepresidentes y cancilleres; de Guatemala, una representación del presidente electo Bernardo Arévalo y el único ausente fue el representante del presidente electo Daniel Noboa.
La cumbre se llevó toda de manera privada, sólo hubo una conferencia encabezada por la canciller mexicana Alicia Bárcena para leer los acuerdos. Entre los 13 puntos también se dedicó un fuerte llamado implícito a Estados Unidos, al ser el principal país destino de los migrantes.
Se acordó que los países firmantes exhortarán a que los países de origen, tránsito y destino implementen políticas migratorias integrales que respeten el derecho humano a migrar, e "incluyendo la promoción de opciones de regularización permanente”. También pedir a los países de destino que adopten políticas y prácticas migratorias que dejen atrás "efectos disuasivos” contra la migración, y solicitar la ampliación de vías regulares, ordenadas y seguras de migración”.
En la Declaratoria se anexó una cláusula, en la que los gobiernos firmantes respaldaron a Cuba ante su reclamo de que Estados Unidos dé fin al embargo impuesto al gobierno culbano. Proponer a los gobiernos de Cuba y Estados Unidos posible un diálogo integral sobre la sala bilaterales”, dijo la canciller Alicia Bárcena.