Otis, el fenómeno natural más devastador del 2023 en México
El huracán Otis fue uno de los eventos que más marcó a México este 2023, ya que el impacto que tuvo sobre Acapulco, hasta el momento, ha dejado a 52 personas muertas y 32 desaparecidas.
Incluso fue considerado el huracán más fuerte registrado en la historia del Pacífico oriental por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica.
Este fenómeno meteorológico tocó tierra el pasado 25 de octubre a las 00:25 horas en las inmediaciones del municipio de Acapulco de Juárez, Guerrero, y aunque a las pocas horas de llegar al puerto comenzó a debilitarse, su paso por la zona dejó afectaciones sin precedentes.
La característica más impactante de este huracán, que sorprendió a especialistas, fue que en menos de 12 horas, pasó por las cinco fases de los huracanes y alcanzó la categoría 5, la más alta de estos fenómenos naturales.
¿Una tragedia que no fue anunciada?
Pese a que Otis fue monitoreado por distintas instituciones especializadas en estos fenómenos desde su formación como depresión tropical, fue 6 horas antes de su impacto que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que podría ser un huracán de categoría 5, extremadamente peligroso cuando llegara a la costa.
La institución, a lo largo del día, estuvo informando sobre la evolución del fenómeno, avisando que este estaba adquiriendo cada vez más fuerza.
La maestra Alejandra Méndez Girón, coordinadora general del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que el organismo actuó de forma inmediata al momento de recibir los avisos sobre las intensificaciones del huracán Otis, por lo que difundió los anuncios por medio de boletines y otros canales.
Sin embargo, Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos en Acapulco, señaló que la información inicial sobre la fuerza del fenómeno apuntaba a que sería categoría 3, por lo que la población se enteró muy tarde sobre la verdadera categoría del fenómeno natural y cuando lo supieron no fue por el Gobierno, sino por expertos independientes.
Los efectos que dejó Otis
Luego de que Otis tocó tierra transcurrieron varias horas antes de poder saber qué tan terrible fue su paso por el puerto, ya que dejó a los habitantes de Acapulco y sus alrededores parcialmente incomunicados, pero las primeras imágenes aéreas que se revelaron del incidente dieron señales de su devastación.
Aproximadamente al medio día de ese 25 de octubre, usuarios de redes sociales compartieron imágenes donde se observaban hoteles y tiendas que tenían las ventanas, puertas y plafones rotos, así como partes de las estructuras de los edificios dañadas.
Incluso se observaban colchones en las calles, los cuales posteriormente se supo que fueron usados por las y los afectados para intentar resguarduarse del ojo del huracán, mientras se encontraban en los hoteles.
En la Costera Miguel Alemán, la avenida turística que recorre todo el malecón de Acapulco, se observaba que la mayoría de los negocios que se encuentran en la plaza fueron arrasados por el huracán y conforme más imágenes se hicieron públicas, se dimensionó que las colonias populares como Renacimiento y Zapata también resultaron afectadas, así como más municipios aledañas como Coyuca de Benítez.
El huracán generó deslaves en la autopista Acapulco-Cuernavaca, lo que afectó la circulación de vehículos en ambas direcciones y lo que posteriormente afectaría la llegada de ayuda. Además, generó caos en más vialidades, las cuales quedaron inundadas y llenas de escombros y lodo.
También tiró al menos 58 estructuras de alta tensión de la CFE, por lo que dejó sin electricidad a al menos 504 mil 340 usuarios.
Roberto Arroyo Matus, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del Estado de Guerrero, informó que prácticamente el 80 por ciento de los hoteles y el 95 por ciento de los comercios fueron dañados por Otis.
Además, de acuerdo con la Secretaría del Bienestar, se contabilizaron 274 mil viviendas y 47 mil locales comerciales con afectaciones.
Por otro lado, en la zona quedaron más de 700 toneladas de desechos debido a la acumulación de basura, escombros y lodo que actualmente ya fueron removidas por las autoridades.
Ante la emergencia, el día del impacto y tras darse a conocer la magnitud del desastre, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió viajar por tierra y visitar la zona para reunirse con distintas autoridades competentes y crear un plan de acción.
También, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó 8 mil 391 elementos para atender los daños que dejó Otis, mientras que se comenzaron a habilitar más de 40 centros de acopio para enviar víveres a las personas y animales afectados.
Fue hasta el 27 de octubre, dos días después del fenómeno, que la Sedena envió el primer paquete de víveres, de al menos 4 toneladas, para ayudar a quienes lo necesitaban, a lo que se le sumaría la UNAM días después con el envío de 182 toneladas de insumos donados por la población mexicana.
Por otro lado, el Aeropuerto de Acapulco fue habilitado para reestablecer su servicio y con ello crear un puente aéreo entre Guerrero y Ciudad de México, con el que turistas y locales varados pudieron ser evacuados de la zona de forma gratuita.
Además, también se habilitó un puente terrestre que operó desde el 26 de octubre y hasta el 4 de noviembre, en el que por medio de camiones fueron trasladadas 20 mil 058 personas.
La ayuda médica no se hizo esperar, pues el personal médico especialista acudió a la zona del desastre para atender a las personas heridas que lo necesitaran.