Patrimonio // ¿Cómo te fue en 2023? (Parte 2 de 2)
Los ciclos son un invento maravilloso. Son un marco de referencia para hacer un recuento de lo que hicimos y dejamos de hacer. Nos sirven para planear y también para evaluar qué tal lo hemos hecho.
Por eso ahora que inicia el año es importante evaluar cómo te fue en el 2023, no sólo en el aspecto financiero sino en la totalidad de tu vida. Recuerda que la planeación financiera es sólo una parte: algunas de las cosas que más te importan cuestan dinero. Pero la vida va mucho más allá.
Ahora bien, esta es una columna de finanzas personales y por eso nos centramos en esos temas. En la columna anterior, la primera parte, mencioné dos en específico que vale mucho la pena evaluar: tus objetivos y tu situación financiera actual.
Hoy quiero hablar de otros dos: 3.-Si tienes deudas de consumo (tarjetas de crédito, préstamos personales o de nómina, crédito automotriz), una de tus metas inmediatas debe ser salir de ellas. La razón es muy sencilla: parte del dinero que hoy ganas ya no es para ti, sino para pagar lo que compraste en el pasado. Eso te quita capacidad de ahorro y te impide concentrarte en lo importante. Estás mirando hacia atrás y no hacia el futuro.
Por eso, haz un plan para salir de ellas. Destina lo más que puedas a ese objetivo.
Hazlo con estrategia: concéntrate en liquidar la más pequeña (sin dejar de pagar el mínimo en las demás) y así sucesivamente.
Sin embargo, si sólo tienes un crédito hipotecario, vale la pena concentrar tu atención en él (sin distraer otros objetivos importantísimos como el ahorro para el retiro o para la formación de un patrimonio). Lo digo por experiencia: yo pagué mi casa en sólo cinco años y me ahorré un montón de intereses en el camino. ¿Qué hacía? Siempre pagaba un importe mayor a mi mensualidad y además utilizaba parte importante de mis ingresos adicionales, como aguinaldo o bonos, para hacer pagos anticipados.
4.-La forma como te proteges a ti, a lo que estás construyendo y a las personas que más quieres. Es increible, pero mucha gente se divorcia, cambia de pareja y jamás actualiza los beneficiarios de su seguro de vida. Tampoco hace cambios en su testamento. Seguramente has escuchado historias al respecto.
Pero también existen aquellos que compraron hace tiempo un seguro de vida, cuando eran solteros. Hoy son padres y no han pensado que la suma asegurada que tienen podría no ser suficiente.
En México la protección del patrimonio es uno de los aspectos más descuidados de nuestras finanzas personales, porque nuestra cultura de previsión es muy baja. Te has preguntado cuántas personas perdieron su hogar por sismos, huracanes o inundaciones el año pasado? ¿Has pensado en la gente que ha tenido que hipotecar su casa porque era la única forma como podían pagar el tratamiento de su hijo con cáncer? Es terrible. Alguna vez me tocó ver un caso de una viuda desesperada porque no pudo cobrar el seguro de vida de su marido, que murió repentinamente de un infarto.
¿La razón? El seguro sólo cubría muerte accidental, no natural. Compraron el seguro más barato que les ofrecieron, sin darse cuenta de ese grandísimo detalle.
Entonces, aprovecha este momento de reflexión, de recuento y de replanteamiento de objetivos, para hacer una revisión integral a tus seguros, a tu testamento y en general a tus necesidades de protección. No lo eches en saco roto.
Por cierto: las tarjetas de crédito no son para emergencias. Cuando algo malo pasa, adquirir una deuda sólo lo hace peor. Es cierto: de momento te permite salir del paso, pero en realidad sólo estás pateando un problema para más adelante, el cual se va haciendo más grande.
Un fondo para emergencias es un elemento indispensable de la protección del patrimonio. Te permite hacer frente a eventualidades sin tenerte que endeudar.
Espero que tengas un extraordinario 2024 y que consigas dar pasos firmes y significativos en el logro de tus objetivos de vida.