Imagina que te involucras en algún incidente vial y que el otro conductor no tiene seguro y, por lo tanto, no puede hacerse responsable de los daños físicos a tu persona o los daños que recibió tu auto. Descubre aquí qué procede.

¿Qué hacer si el otro conductor no tiene seguro?

Ante una situación de este tipo, basta con que tú tengas contratado alguno de los seguros de autos que hay en el mercado, pues su respaldo te ayudará a resolver esta situación de manera apropiada.

1. CONSERVA LA CALMA

Verifica primero que estén todos bien, y evalúa tus alrededores hasta comprender quién te chocó y qué fue lo que ocurrió.

Si te es posible, oríllate, pues quedarse detenido a mitad de la avenida mientras el tráfico se acumula podría generar más accidentes. Dependiendo de la situación, considera comentarle al otro conductor que haga lo mismo, aunque no se alejen mucho del sitio donde ocurrió el incidente.

2. NO LLEGUES A ACUERDOS

Es natural querer bajar del vehículo, hablar con la otra persona involucrada y proponer si mejor se arreglan a través de alguna suma en efectivo; buscando seguir con su día.

Sin embargo, la estimación de los costos de reparación podría estar errada y muy lejos de la realidad, pues existen daños que no son fáciles de detectar a primera vista ni calcular lo que costará repararlos.

Ahora bien, puede que después del choque el otro auto se dé a la fuga, por lo que no exista la posibilidad de un acuerdo. Ten presente que siempre será mejor recurrir a los canales y procesos autorizados de los seguros de autos.

3. REPORTA EL SINIESTRO

Para ello, puedes hacer una llamada telefónica al número oficial de tu aseguradora y reportar el incidente.

Alternativamente, hazlo desde la aplicación de la aseguradora en tu celular, que te permitirá notificar al seguro y solicitar asistencia con tan solo unos clics.

Hay apps de seguros con sistema de geolocalización, ellos sabrán tu ubicación exacta, y posteriormente podrás seguir la ruta del ajustador desde tu aplicación. Esto ayudará a preservar tu tranquilidad y saber que la ayuda ya viene en camino.

4. EXPLICA LA SITUACIÓN

Una vez llegue el ajustador, comenzará a tomar fotos y hacer un registro minucioso del daño; explícale lo sucedido al detalle.

Después de que el reporte quede listo, deberás recibir una estimación más certera de los daños y los costos de reparación por parte de tu propia aseguradora. Al respecto, no olvides el monto deducible que deberás pagar, una suma que permanecerá fija sin importar la gravedad de los daños.

5. ESPERA UN TIEMPO

Hecho eso, tu carro debería ir al taller mecánico para reparaciones. La complejidad y duración de este periodo variará acorde a la importancia de los daños, así que procura investigar de antemano si te pueden prestar un auto sustituto mientras el tuyo está en reparaciones.

Asimismo, recuerda que las pólizas de seguros de autos solo cubren de forma predeterminada ciertas reposiciones, pues equipo especial como rines o radios que hayas instalado, podrían incluirse mediante una cobertura adicional.

Protege tu auto en todo momento

Como ves, un seguro de auto es un respaldo de mucha utilidad, pues protegerá tu patrimonio y tus finanzas, cubriendo el costo de las reparaciones incluso cuando quien las provocó no pueda asumir la responsabilidad. Gracias a esto, no necesitarás poner de tus propios ahorros para solventar el problema.

Por supuesto, no todas las pólizas de seguros de autos incluyen de forma predeterminada la cobertura de seguros de daños por terceros. Investiga si la cobertura que pagas ya la considera, o cotiza su costo con tal de incluirla al momento de la contratación.