Repensar / Persistir para salir
Persistir para salir Hace tres años, despues de un largo periodo de estabilidad, en Estados Unidos se empezó a experimentar un alza sostenida de los precios. Esa tendencia alcanzó 9.1% en junio de 2022 y ha ido bajando desde entonces, hasta situarse en 3.1% en noviembre, en línea con lo esperado.
La gasolina y los alimentos han dejado de encarecerse, pero las rentas, los seguros de automóviles, los servicios médicos y los boletos de avión aumentan mes a mes. La inflación subyacente es volátil y no parece que vaya a ceder pronto.
Una situación similar se experimentó en los países desarrollados, mientras que en las economías emergentes y en desarrollo la inflación alcanzó dos dígitos y se viene desacelerando más lentamente.
El fenómeno tuvo su origen en la pandemia del covid. Las cadenas de suministro se afectaron por el cierre de muchos puertos asiáticos y porque el confinamiento preventivo hizo que el consumo de servicios sustituyera al de bienes. La escasez de personal causada por la contingencia determino que los salarios se fueran para arriba rápidamente.
Las políticas de estímulo ñscal excedidas, con las que la administración Biden enfrentó la recesión, indujeron desbalances adicionales en la oferta y la demanda. A su vez, los incrementos en los salarios nominales, junto con mercados laborales apretados sin precedentes, exacerbaron la inflación.
Aparte de estas causales económicas, se presentaron otras, geopolíticas. La guerra entre Rusia y Ucrania desarregló el mercado mundial de commodities, provocando un alza en los precios de la energía y de los alimentos, que afectó por igual a hogares y a empresas. La guerra de Israel contra Hamás creó nuevas tensiones en los mercados de hidrocarburos.
En casi todas partes, los bancos centrales han estado enfrentando el problema manteniendo altas las tasas de interés. La gran pregunta, tanto en la Unión Americana como en México, es: ¿cuándo empezarán a bajar, para permitir que se recupere el dinamismo de nuestras economías? Muchos ven una tendencia descendiente de la inflación y hacen notar que no se dio la recesión que se esperaba en nuestro vecino del norte. Creen que ya es tiempo de flexibilizar las tasas. Otros juzgan que no es prudente hacerlo todavía.
FÓRMULA PROBADA El Fondo Monetario Internacional acaba de publicar un estudio que da luces sobre esa disyuntiva (Añil Ari, Carlos Muías-Granados, Víctor Mylonas, Lev Ratnovski y Wei Zhao One hundred inflation shocks: seven stylizedfacts).
Los autores estudiaron los episodios inflacionarios en el último medio siglo, tanto en países avanzados como emergentes. Escogieron 111 en los que existe información completa de cómo se desarrollaron: sus causas, evolución y desenlace.
Pasaron luego a examinar cuidadosamente las políticas que se aplicaron y sus resultados.
Casi la mitad se produjo entre 1973 y 1979 y está relacionada con los shocks de oferta por el alza en los precios del petróleo y las materias primas. Fueron momentos en los que los precios del crudo subieron hasta 174% y afectaron a muchas naciones al mismo tiempo.
Después de que en 1982 la inflación llegó a 14%, la Reserva Federal cambió sus políticas y, aunque siguió protegiendo el empleo, dio prioridad a la estabilización de precios por medio de la restricción monetaria. Se estableció una inflación objetivo que indica claramente en qué momento se puede aflojar el crédito.
Las conclusiones del estudio son precisas: 1. Después de un shock en el que se deterioran los términos de intercambio, la inflación tarda mucho en volver a sus niveles anteriores. Comúnmente se resuelve en cinco años y la desinflación requiere tres años más.
2. Es un error "celebrar" prematuramente, cuando sé alivian los términos de intercambio, pero persiste la inflación subyacente.
Cuando se flexibiliza antes de tiempo la política monetaria, la inflación se vuelve a acelerar.
3. No hay evidencia de que la política fiscal restrictiva sea de utilidad.
4. La política monetaria debe ser consistente en el tiempo.
5. Hay que contener la depreciación del tipo de camino nominal. Esta recomendación no es muy relevante para Estados Unidos porque allá, en comparación con otros países, hay poca relación entre el comercio y el PIB.
6. Conviene siempre moderar el crecimiento de los salarios nominales.
7. A corto plazo se abatirá el cre, cimiento y el empleo, pero después de resolverse la inflación, ambos indicadores tendrán un incremento vigoroso.