Al cierre de este número del periódico El Asegurador, La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) hizo hincapié en la necesidad de generar conciencia de que la COVID-19 es una enfermedad que amenaza la salud y la vida no solo de los adultos mayores, sino de toda la población y que, por ende, se deben evitar aglomeraciones para evitar un rebrote. El organismo lanzó una alerta sobre el peligro que representa el regreso de los niños a clases y el peligro que se cierne sobre ellos y los padres jóvenes que no han sido vacunados todavía.

Por lo pronto, al 24 de mayo la cifra de fallecimientos de asegurados en Vida a causa de la citada enfermedad, que ya era de 89,457, permite prever que hacia la mitad del año en curso el número podría estar llegando a los 100,000 decesos. Esto es previsible en la medida en que, como se indicó en videoconferencia para representantes de medios de comunicación el 27 de mayo, entre el aviso de fallecimiento de un asegurado y la entrega del finiquito correspondiente y el registro transcurren entre 30 y 40 días.

Aunque en esa videoconferencia, encabezada por Édgar Karam y Juan Patricio Riveroll Sánchez, vicepresidentes, y Norma Alicia Rosas Rodríguez, directora general de la AMS, se remarcó que en el renglón de Gastos Médicos, y refiriéndose siempre a la COVID-19, parece ir aplanándose la curva que genera la cifra de casos, cupo también la advertencia de que se debe tomar esto no como un mensaje optimista, sino como un llamado a seguir cuidándose, sobre todo en los meses próximos, en tanto la población mexicana termina de ser vacunada.

Eso sí, en el caso del seguro de Gastos Médicos se hizo una recomendación puntual, consistente en que aquellos que renueven su póliza la lean cuidadosamente para conocer los alcances de las coberturas, algo en lo que, diríase, los agentes de seguros tienen una gran oportunidad de hacer la diferencia, siempre y cuando estén preparados, capacitados, para examinar los textos que se incluyen, pues no es raro caer en opiniones infundadas y utilizar el “supongo que sí está cubierto eso”, cuando en realidad no se tiene certeza.

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) dio a conocer también en días pasados las cifras del sector al 31 de marzo de 2021, en comparación con igual periodo de 2020. Aunque en otro espacio de este número se ofrecen los pormenores de lo que ha sucedido en el primer cuarto de este año, cabe mencionar que en igual periodo del ejercicio anterior no se sufrían los estragos de la pandemia, por lo cual no sorprende que en el ámbito del seguro de Vida haya crecido tanto la siniestralidad.

Los números que se presentan en los diversos ramos y de los cuales informó la AMIS permiten, sin embargo, examinar el efecto negativo que todos y cada uno de ellos están registrando. Así, por no salirnos del tema de Vida, se explica que el primaje captado de enero a marzo de este año sea menor que en idéntico periodo precedente por efectos de la afectación a la economía, que incide directamente en las condiciones de las personas y de las familias, y que incluso abrió las puertas para recurrir a beneficios de las pólizas; por ejemplo, los rescates. Los otros ramos tampoco la ven fácil.

Algunos podrían señalar que no es el caso de Gastos Médicos, pero lo cierto es que el número de asegurados no ha sido precisamente lo que ha influido en el crecimiento que se registra en este ramo, susceptible de ser mostrado; todo ello se debe más bien a los incrementos en los precios de las coberturas. Habrá que ser muy cuidadosos como agentes, como aseguradores, en el análisis de las cifras, ya que todos los números están sujetos a condiciones del entorno y a las medidas adoptadas por cada aseguradora.