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Transforma por completo tus finanzas personales paso a paso (4 de 4)


A mucha gente se le olvida que en la vida pueden suceder muchísimas cosas que echen para abajo todo lo que hoy tenemos o lo que estamos construyendo. Durante la pandemia hubo familias destruidas en todo el mundo, incluso niños que perdieron en cuestión de días a ambos padres. Todos los años en México hay catástrofes que acaban con los sueños de miles de personas. La guerra en Ucrania ha desplazado a millones de personas, que días antes llevaban una vida normal y que nunca se imaginaron estar en esa situación. Recientemente hemos visto los terremotos que han afectado a nuestros hermanos en Siria y Turquía, con decenas de miles de personas fallecidas y otras tantas sin hogar.

Aún así, la gente en México no protege su patrimonio. Menos de 10% de los hogares y negocios tiene algún tipo de seguro. Pocos tienen un fondo para emergencias: de hecho muchísimas personas piensan que para eso tienen una tarjeta de crédito. Lo cual no resuelve el problema y podría incluso hacerlo mucho peor.

Por eso los siguientes pasos tienen que ver con proteger lo que estamos construyendo.

Prepárate para días lluviosos. Imagínate que hoy llegas a la oficina y se anuncia que la empresa se ve obligada a cerrar sus operaciones. No te lo esperabas, pues apenas unas semanas antes habías tenido una muy positiva sesión de retroalimentación.

De camino a casa cruzas un bache que te destroza una llanta. Cuando llegas te encuentras que se ha averiado el refrigerador. Parece que todo se juntó en un mal día.

Situaciones así son más comunes de lo que piensas y pueden afectarnos a todos. La diferencia es que unos están más preparados que otros para enfrentarlas.

¿Realmente piensas que la tarjeta de crédito es para emergencias? ¿Has perdido tu trabajo y aún así te vas a endeudar para pagar la llanta y cambiar el refrigerador?

Para eso sirve el fondo para emergencias. Es un colchón de dinero que nos ayuda a manejar estas cosas imprevistas, de tal forma que no nos causen un gran desequilibrio financiero. Lo ideal es llegar a juntar al menos lo que uno gasta en tres meses (aunque puede ser más, depende de nuestras necesidades particulares).

Ahora bien, un fondo de emergencias no es suficiente para cosas grandes, como un terremoto, una enfermedad grande o la pérdida del principal sostén económico de la familia. Para eso sirven los seguros.

Asegura lo que necesitas. Los seguros, como ya mencioné, son para proteger las pérdidas que verdaderamente pueden destrozar tu patrimonio. No son para cosas pequeñas que podrías fácilmente absorber en tu fondo para emergencias. Lo aclaro porque hay muchas personas que parecen haberlo olvidado y que contratan seguros “chiquitos” que cuestan poco porque cubren poco.

De hecho, es mejor tener una suma asegurada suficiente, que un deducible bajo (el fondo para emergencias también sirve para pagar ese deducible). Empieza por pensar cuáles son tus activos más importantes. En muchos casos eres tú y tu capacidad de generar ingresos. No olvides tampoco proteger a las personas que dependen económicamente de ti.

Haz un testamento. La muerte es una de las pocas cosas ciertas en la vida. Todos sabemos que vamos a morir: lo que no sabemos es cuándo. Por eso es importante hacer un testamento, aún cuando apenas estamos iniciando una vida independiente. De esta manera garantizamos que lo que estamos construyendo caiga en las manos adecuadas y evitamos dejar problemas.

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