FoodPro Preloader

Violencia acumulada y gasto sin impacto


Las diferentes luchas por una vida libre de violencia para las mujeres en México han alcanzado logros considerables como el voto femenino, la paridad de género en los distintos niveles de Gobierno, el acceso a estudios superiores o el reconocimiento y tipificación de delitos como el acoso, el abuso sexual y los feminicidios; no obstante, aún hay pendientes trascendentales por atender para garantizar a dicho sector poblacional, en todas sus edades, condiciones de vida óptimas, seguras y dignas.

Entre las deudas que tiene el Estado mexicano con las ciudadanas, se encuentra el otorgar una mayor asignación de recursos enfocados en erradicar las agresiones machistas; visibilizar los problemas y necesidades que tienen sectores como el de las adultas mayores; y el establecimiento de un Sistema Nacional de Cuidados.

Lo anterior se concluye de una investigación realizada por Reporte Índigo en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemora cada 25 de noviembre, de la que se desprenden entrevistas con voces destacadas del mundo de la política, el activismo, el periodismo y la literatura, así como con víctimas de violencia de género; y una revisión exhaustiva a las estrategias implementadas durante las últimas dos décadas por los Gobiernos federales, estatales y municipales para mitigar las violencias.

Adultas mayores, en la vulnerabilidad
“Las mujeres adultas mayores estamos poco visibilizadas en el ámbito de la violencia de género. Por supuesto que ha habido grandes avances, las jóvenes de ahora no tuvieron que pelear para votar ni para tener acceso a la educación superior, pero, en materia de violencia, no se consideró en los primeros años a la mujer mayor.

“Porque ni siquiera las feministas de los 70, que entonces tenían 20, 30 o 40 años, pensaron en que iban a llegar a viejas, ¿qué pasa con la vejez? Las mujeres adultas mayores enfrentan lo que se conoce como violencia acumulada, que es la que se suma desde los primeros años de vida”, explica Patricia Kelly, periodista y conductora de los programas de internet y televisión “Vejez creativa” y “Aprender a envejecer”.

La comunicadora ejemplifica este tipo de violencia con la acumulación de agresiones a las que está expuesta una mujer en las distintas etapas de su vida, como estar bajo la tutela de padres golpeadores, sufrir maltrato o abuso sexual infantil en la niñez; ser víctima de acoso sexual en la vía pública u otro tipo de maltratos en la adolescencia; y vivir violencia laboral, psicológica, económica o intrafamiliar en la adultez; por mencionar algunas.

“Si a eso le sumas que has vivido despojo de tus propiedades ahora que eres adulta mayor, si tienes bajo nivel de escolaridad, si tus hijos se fueron a vivir a tu casa para ‘cuidarte’ y llegaron con toda su familia y te vuelves la sirvienta. Si se toman en cuenta todas las labores que hacen las mujeres mayores como cuidar a los nietos, cuidar a los enfermos o trabajar en el supermercado sin sueldo, eso también es violencia y se tiene normalizado”, manifiesta.

Datos de la Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México y la Encuesta de Evaluación Cognitiva, ambas realizadas en 2021 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, señalan que en México vivían 25.9 millones de personas de 53 años y más, de las cuales, 54.4 por ciento se identificaron como mujeres y 45.6 por ciento como hombres.

En relación con el nivel educativo, el porcentaje de hombres con nivel escolar más allá de secundaria fue de 22.4 por ciento, y el de las mujeres, 14.0 por ciento. Respecto a la situación conyugal, la viudez representó 25.7 por ciento en mujeres y 9.4 por ciento en hombres; y el porcentaje de mujeres en condición de separación o divorcio fue de 12.3 por ciento y en hombres, de 7.5 por ciento.

Momento clave para la paridad
En materia política, la actriz, activista y diputada por Morena en la Ciudad de México, Ana Francis Mor, afirma que actualmente se vive un momento interesante a partir de la paridad de género que existe actualmente en los poderes de gobierno, aunque todavía es incierto el resultado que se tendrá en ambiente, sistema, formas y modos del ejercicio del poder con el arribo masivo de las mujeres a los puestos de toma de decisiones en la administración pública.

“Lo primero que podemos observar es que el asunto del cuidado toma otra relevancia, ahora es el tema central y te juro que será el tema central o uno de los temas centrales de las campañas. Cómo cambiamos nuestra idea de contrato social, nuestra idea de civilización a una más cuidadosa que ponga, en vez del crecimiento económico y muchas otras cosas, ponga la reflexión y las acciones de cuidado al centro de la conservación”, comenta.

Ana Francis agrega que un desafío importante en el presente, para todos los feminismos, es el del modelo económico, “neoliberal, capitalista, voraz, extractivista”, que impide que la justicia social y los derechos humanos, principalmente los de las mujeres, florezcan.

Violencia, un mal endémico
“El proceso de visibilización es lo que hace posible la toma de conciencia tanto para las mujeres mismas como para el sexo complementario”, comenta la escritora y mastra en Letras Latinoaméricanas, Ana Clavel, al señalar que la violencia es un mal endémico que afecta a México y a otras naciones del mundo.

La también investigadora visualiza como un reto contemporáneo el no permitir que la respuesta a las demandas por una vida libre de violencia para las mujeres se convierta en una moda ni en letra muerta en leyes y códigos que no aterricen en la realidad.

“Esa toma de conciencia debe ser desde una parte profunda de la educación de las personas, si nada más se queda como un recetario de posturas correctas y seguimos en la cotidianidad, no respetando al otro o a la otra, no termina el proceso. El desafío es que esa idea que ya está circulando aterrice en una vida respetuosa y plena para las mujeres y para la sociedad”, advierte.

Descargas


#Nacional