Tener un plan de retiro programado es una inversión para asegurar el futuro. De ahí que siempre es indispensable conocer los principales beneficios de tener un seguro de Vida con componente de ahorro, de tal suerte que logre analizar los términos y condiciones de dicha cobertura y si es de su interés, elegir el que mejor se adapte a las necesidades de protección. 

Así lo refiere Asertec, asesores de seguros, en una información que señala que antes de tomar cualquier decisión, es indispensable saber qué beneficios otorga un seguro de Vida con componente de ahorro y determinar para qué sirve.

En tal sentido, destaca que un seguro de Vida con componente de ahorro es un producto financiero que permite acumular un capital que sirva a futuro como complemento a la pensión pública de jubilación; se basa en el pago mensual o anual de una prima cuyo importe dependerá del capital total que se acumule.

Así, el asegurado gozará sus años de jubilación con un monto de ahorro importante gracias a las tasas de interés acumuladas durante los años que su póliza está vigente.

Uno de los beneficios de este producto financiero es que permite obtener el ahorro acumulado en cualquier momento. No obstante, existen ciertas cláusulas dependiendo de la póliza, en el que le permiten retirar su dinero cada cierto tiempo. 

A continuación, Asertec comparte seis características de un seguro de Vida con componente de ahorro:

Es importante tener en cuenta que una parte de la prima pagada se destina a financiar los gastos de la póliza: administración, emisión, comercialización, gestión de inversiones, los costos de la cobertura y la otra parte se destina al ahorro.

El capital asegurado corresponde a un monto fijo de dinero establecido en la póliza, el cual forma parte de la indemnización.

Pueden contratarse cláusulas adicionales, como por ejemplo un adelanto de la indemnización en caso de invalidez del asegurado entre otros.

Por otro lado, el seguro de Vida con componente de ahorro normalmente excluye:

Si el asegurado practica actividades que pongan en riesgo su vida, el manejo de explosivos, los trabajos en altura, entre otros. Algunos pueden ser aceptados por la aseguradora con un incremento en la prima.

Las enfermedades prexistentes y el suicidio del asegurado.

La participación del asegurado en algún delito, guerra o actos terroristas, entre otros.