La directora de la Oficina Coordinadora de Riesgos Asegurados (OCRA), Patricia Bugarín Gutiérrez, dio a conocer que, junto con las autoridades competentes, se impulsa un protocolo para la homologación del proceso de denuncia de robo de autos y, en su caso, recuperación.

En entrevista con La Razón, indicó que en diversos estados de la República el procedimiento se lleva a cabo con mejor eficiencia y efectividad, pero en la gran mayoría la respuesta es lenta e inoperante para el afectado.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), durante el último año (a junio) se reportó el robo de 61 mil 48 vehículos asegurados, es decir, 167 unidades por día. Más de la mitad se realiza con uso de violencia y sólo 43 por ciento se recupera.

“Ha habido un incremento en cuanto al número de vehículos robados, justo porque estamos en una etapa de mayor movilidad, mayor recuperación económica de las empresas; veníamos saliendo de la pandemia y, afortunadamente, seguimos muy por debajo de niveles previos a la crisis sanitaria”, expuso Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS, en conferencia de prensa.

Bugarín Gutiérrez precisó que en algunas entidades federativas, no sólo hay un proceso rápido para la denuncia del robo de auto, sino para la atención de las víctimas en el proceso de recuperación.

Citó el caso de Nuevo León, “que está trabajando muy bien. Hay una excelente respuesta por parte de las autoridades, pero hay estados donde ésta es muy lenta y deficiente; cuando la justicia no es pronta, se vuelve injusticia

Indicó que la diferencia de hacer bien las cosas lo están haciendo los programas de prevención para evitar la comisión del delito, y en caso de que suceda, la lupa debe estar en las fiscalías especializadas. “Hay algunas donde los procesos de investigación sí se llevan a cabo de manera profunda y profesional dando a la ciudadanía una mejor respuesta”, dijo.

Sin embargo, la directora de OCRA destacó que, con frecuencia, la investigación del robo de un auto se complica, debido a que, en muchas ocasiones, la unidad es utilizada para llevar a cabo otro delito y luego es abandonada.

“Habría que ver si se investiga para qué se robó determinado vehículo; son lagunas de información que se tienen y para las que no hay respuesta”, apuntó.

“Lamentablemente, en muchas entidades, regresar el auto a la víctima de robo tarda hasta varios años, por cambios de gobierno, de ministerios públicos, de procesos, entre otros”, expuso.