El contubernio entre poder político y el empresariado mediático creado desde mediados del siglo pasado, produjo grandes lastres para el desarrollo del periodismo independiente en este país: autocensura, corrupción y precariedad laboral.

El agotamiento del modelo de desarrollo estabilizador; el repliegue del Estado como agente productivo en la economía nacional, así como las recurrentes crisis del capitalismo y luego del neoliberalismo, provocaron el deterioro de la estabilidad laboral, los derechos como trabajadores y deterioro salarial de los periodistas.

En la década de los ochentas desaparecieron sindicatos de periodistas y cooperativas de periódicos por las recurrentes devaluaciones del peso; conflictos al interior de las organizaciones; y el interés de las empresas por desaparecer a los sindicatos; mientras las oficinas de comunicación social continuaron favorecieron con publicidad o dádivas económicas a los dueños de los medios y a los periodistas afines a los intereses empresariales, a quienes entregaban regularmente sobres con dinero para que reprodujeran la información oficial o se autocensuraran.

Así se explica en buena parte, la precariedad laboral de los periodistas en este país. Gobiernos, empresarios y periodistas afines a las tesis gubernamentales ignoraron al grueso de los reporteros, que se convirtieron en el eslabón más débil de la industria de la comunicación

En ese contexto de abandono histórico al gremio periodístico del país, y ante las frecuentes denuncias de aquella precariedad por parte de los propios reporteros, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en abril pasado, un programa de servicio médico y de seguridad social para los periodistas del país, propuesta que se concretó meses después el 7 de junio Día de la Libertad de Expresión.

El programa incluye servicio médico, seguro por riegos de trabajo, seguro de invalidez y de vida; seguro por cesantía y acceso a guardería y embarazo. La propuesta, se pondría en marcha a partir del 1 de agosto. Como también se había adelantado, un comité de cinco comunicadores son quienes realizan el censo de los periodistas que pudieran ingresar al programa. Ellos son: Enrique Galván Ochoa (La Jornada); Rubén Villalpando (corresponsal de La Jornada, en Ciudad Juárez), Fernanda Tapia, Nancy Flores (Contralínea) y José Reveles, periodista y escritor independiente.

Este último, un veterano del periodismo, especializado en asuntos de seguridad, ex reportero de El Financiero, fundador de las revistas Filo Rojo y De Par en Par, y periodista de Proceso,  se le pregunta ¿cuál será la tarea de ustedes como integrantes del comité que va a evaluar la pertinencia de que colegas periodistas sean susceptibles de ser incorporadas al programa de seguridad social?

-Fuimos convocados los cinco integrantes del Comité para dar una primera revisada a las solicitudes de reporteros que trabajan por su cuenta y que no tienen seguridad social porque no están en nómina. Hasta ahora tenemos más de 200 solicitudes registradas, que ya revisamos. Se calculó que pueden ser más de seis mil compañeros, entre reporteros, redactores, fotógrafos, camarógrafos o corresponsales, técnicos que están detrás de las cámaras, editores de radio y televisión, guionistas, y quienes hacen síntesis informativa. No hay reglas estrictas y es muy sencilla la incorporación. Por nuestra parte, este trabajo lo hacemos con la mayor empatía posible.

¿Cuáles son los requisitos que debe cumplir un periodista para ser incorporado al programa: edad, actividad, antigüedad?

-No tiene nada que ver con la antigüedad, puede ser gente que acaba de iniciarse en el periodismo. No se trata de un programa para viejitos de la tercera edad, ni se requiere cierto tiempo de estar en los medios, más bien que el reportero desarrolle la actividad dentro del periodismo, comprobándola con documentos y pruebas fehacientes, verificables, durante los últimos 12 meses, un año y que testigos lo confirmen. No estar en una nómina o tener seguridad social pública o privada, porque de lo que se trata es que se beneficie a personas que no tienen seguridad social.

Como se había anunciado los recursos para esa seguridad social se tomarán del 25 por ciento de la publicidad que el gobierno federal destina anualmente, porcentaje que asciende a 760 millones de pesos, que con el transcurrir de este año, ese montó sería de 153 millones de pesos, aproximadamente. Creo que es muy importante que los periodistas que nunca tuvieron esos servicios ahora los tengan, y de una manera totalmente gratuita. La base de cotización será de once mil 600 pesos que corresponde al salario mínimo profesional de los periodistas. Las cuotas al IMS las pagará el gobierno.

-Entonces, no es un programa de seguridad social destinado a la gente de la tercera, es para los periodistas o trabajadores cercanos a la generación de noticias, gente madura o jóvenes.

-Correcto. De hecho el universo de trabajadores de la comunicación que registra el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, asalariados, eventuales o freelance, son de poco más de 42 mil de todas las edades. Y el promedio de edad de esa cifra, es de menos de 50 años. Hay mucha gente joven. El programa de seguridad social, es un respaldo para su salud y su futuro. Yo acepté porque consideré que es en beneficio del gremio, tarea que es voluntaria y no recibimos pago alguno.

-Está concluyendo el mes de junio (cuando se realizó esta entrevista), los potenciales beneficiados, ¿se están inscribiendo?

-Se estableció como plazo de inscripción a finales de julio, y comenzar a realizar los pagos al Seguro Social en agosto, pero creo que hay que esperar y ampliar ese plazo para que se inscriban los compañeros en todo el país, lo están haciendo aunque de manera lenta. Creo que hay que ver ese programa de apoyo con sentido positivo porque se han escuchado críticas de que tiene una carga política para quienes resulten beneficiados, respalden a la Cuarta Transformación.

Eso es falso y la especie cae por su peso porque la cantidad de personas es enorme que pueden solicitar afiliarse a esta seguridad. De los que se han inscrito conozco a muy pocos, muchos de ellos de los estados del país. Nosotros lo hacemos con mucho gusto y cualquier duda que tengamos siempre la solución será favorable para los solicitantes con la asesoría del propio Seguro Social.

¿Tú como veterano del periodismo, José Reveles, qué opinas de este programa?

-Creo que durante mucho tiempo el periodismo ha sido abandonado, y no ha sido atendido por las empresas ni por los gobiernos. Este programa es un buen paso, un buen inicio, no es una solución global, pero ahora los periodistas pueden tener acceso a este derecho o de la salud y  el retiro, me parece positivo. Este programa tampoco busca taparle las espaldas a las empresas.

-Llama la atención que este gobierno se interese por ofrecer sin ningún condicionamiento, la Seguridad Social pero no fue así en otros años, en otros sexenios para una profesión que brinda un servicio social, que está muy abandonada como tú decías por la precariedad laboral, la falta de seguridad social. Tú que has vivido tanto tiempo en el periodismo, cómo ponderas este programa de Seguridad Social valor.

-Si, por fortuna yo trabajé en medios que me cubrían la Seguridad Social por más de 28 años casi 29 de años, que me permitió jubilarme, pero muchos colegas con esa misma cantidad de años no tienen contrato ni cuentan con seguridad social. Ahora, con la incorporación de las redes sociales como herramienta de trabajo también ocurre la precariedad laboral en el sentido de que mucha gente trabaja casi de forma gratuita. Por ejemplo, los corresponsales a quienes se paga por nota publicada, no consiguen ni con mucho llenar esta expectativas de salud que marca que son 11 mil 600 pesos mensuales. Es una oportunidad para tener seguridad social, y no depender de un seguro individual. Es un programa benéfico