La nueva regularización de autos extranjeros en México simplemente no está funcionando. Al menos en Sonora no se ve mayor interés en darle a los aproximadamente 350 mil carros en estas condiciones que existen en la entidad su “legalización”. Así es, no se ve que los dueños quieran tener un carro legal.

El programa organizado por el (Repuve) Registro Público Vehicular nació mal y tendrá que corregir su registro de inscripción, además tendrá que generar una expectativa de algún beneficio, pues no se ve claro para qué gastar en algo que lo único que les dará es responsabilidad y gastos de reemplacamiento y seguro vehicular año con año.

Hace apenas unas semanas se hablaba de que costaría 10 mil pesos el entrar al proceso de legalización, obvio que las organizaciones que afilian estos carros protestaron, al final del día son 2,500 pesos los que se tienen que pagar para realizar el trámite.

Pues nada, que pasaron tres días con problemas para poder entrar a la página anunciada para el registro y por lo mismo se vino una especie de decepción, hasta el momento se habían registrado 500 carros y de ellos sólo 20 ya tenían sus papeles en regla.

Se imaginan, circulan 350 mil carros en Sonora en esas condiciones y sólo 500 han solicitado el trámite. En efecto, sigue siendo importante el costo, además a esos 2,500 pesos se le deben de sumar lo que les costará el reemplacamiento, algo así como 1,500 pesos más, a ello seguramente que tendrán que comprarle un seguro para robo y accidente, y todo ello lo hace imposible en una época donde la economía familiar no está en su mejor momento.

Así que más vale que vayan buscando alguna fórmula más efectiva para convencer a los miles y miles de dueños de carros chocolates de legalizar sus carros. Además el trámite no es obligatorio y eso lo hace opcional, se corre el riesgo de que el Gobierno federal o estatal realice algún decomiso masivo, pero no se ve nada fácil que ello suceda.

Quien tiene un carro de estas características difícilmente tiene dinero para comprar un carro mexicano, por cierto no debemos olvidar que buena parte de la productividad y desarrollo de la economía del Estado se basa en esos carros que los usan trabajadores que los desplazan a sus diferentes actividades y que además sirve para cumplir alguna función muy específica.

La gran mayoría de jardineros tienen su carro chocolate, miles de trabajadores de la construcción tienen su carro chocolate, un plomero y muchas trabajadoras domésticas también lo tienen y así podría seguirle, esos carros hacen que la gente que los tiene puedan desarrollar su actividad, por lo mismo un decomiso se ve lejos de que pueda suceder.

Así que ya veremos qué hacen las autoridades encargadas del registro de estos carros, ya veremos qué “genialidad” se les viene a la mente para intentar poner orden en esos carros, pues debemos de decirlo con todas sus letras, la gran mayoría sirven para el desarrollo pero algunos sirven para delinquir.

De ida

No digan que aquí lo leyeron, pero la encuesta que lanzó el Ayuntamiento de Hermosillo para ver qué se hace con La Sauceda es sólo una estrategia para generar la expectativa y aprovechar uno de los grandes pulmones verdes de nuestra capital que se puede aprovechar simplemente para el ejercicio.

Ojalá y lo hagan rápido, no deben pensar en toboganes acuáticos o albercas o un río lento, no, nada de eso, sólo deben de realizar andadores para correr, caminar, andar en bicicleta, poner un area para pasear mascotas y reforestar donde sea necesario, con eso sería un lugar excepcional.

La Sauceda tiene una superficie de 40 hectáreas, se localiza al Sur de nuestra ciudad y pudiera convertirse en el punto de reunión de miles de hermosillenses que buscan un lugar donde caminar, correr, hacer ejercicio, pues la verdad la meritita verdad que sólo la “Milla” en la Universidad de Sonora nos da un espacio de esas características.

Así que la encuesta pudiera tener éxito o no, lo importante es acondicionar ese pulmón verde para ser aprovechado. Claro, con su respectiva seguridad.

De vuelta

Malas noticias para nuestros bolsillos, la inflación ya rebasa el 7% en lo que va de este año, así lo dijo el Inegi, y lo peor de todo ello es que Sonora es uno de los estados más caros de nuestro país. Desplazar productos hasta nuestro Estado cuesta y eso repercute en los precios que vemos en los supermercados.

Pero donde más nos está pegando es en los incrementos a los energéticos, la gasolina sube y sube, el gas está imparable su precio y no digamos el costo de la electricidad, los recibos de luz comparados con el año pasado es asombroso su incremento.

Y los salarios siguen igualitos, pues la pandemia y la baja expectativa del Gobierno federal no abonan en nada, por el contrario, la fuga de capitales sigue a la orden del día.

Así que si tienes un ahorro, te recomiendo que lo cuides y lo hagas rendir.

Aserrín

Por cierto y ya para despedir, dicen la autoridades federales que existen buenas noticias pues el precio de algunos productos ha bajado. Y aquí les digo cómo… el limón costaba 40 pesos el kilo hace tres meses, de ahí se fue a 80 pesos ese mismo kilo, hoy cuesta 60. Esa es la brillante deducción de que los precios están bajando.