Jornaleros digitales: El 90% de repartidores y choferes de DiDi no ahorra para el retiro
En toda América Latina y el Caribe, la exclusión de la población trabajadora de los sistemas pensionarios es un problema serio, señala el BID. En México, el 63% está fuera de la posibilidad de un día retirarse, lo que se ha acrecentado con las nuevas modalidades de empleo de la economía digital.
En México, a pesar de que existen “múltiples alternativas” para que las personas trabajadoras “aporten de manera directa y voluntaria” para su retiro sin la intermediación de un patrón, solo 6.8% de las trabajadoras y trabajadores independientes lo hace, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Quienes trabajan en las plataformas digitales conforman una de las poblaciones que menos está accediendo a un ahorro para su pensión.
Lo que ocurre en DiDi México es una muestra del desafío. En 2021, el 74% de los repartidores y las repartidoras tenía una cuenta de pensión, pero el 90% no había contribuido a ella en el último año. En el caso de conductores y conductoras, 83% estaba inscrito en una de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), sin embargo, el 87% no había aportado desde hacía un buen tiempo.
“El desconocimiento sobre el ahorro para el retiro y los sesgos de comportamiento, entre otras causas, han provocado que los trabajadores informales y por cuenta propia se mantengan alejados de los sistemas de ahorro pensional”, señala el reporte Ahorro sin barreras: Lecciones de las intervenciones del Laboratorio de Ahorro para el Retiro, presentado vía remota.
Este problema es regional. En América Latina y el Caribe menos de la mitad de las personas trabajadoras está cotizando para su vejez, según el documento del BID. No es de extrañar que en México “solo 1 de cada 10 trabajadores del 40% de la población con menores ingresos está ahorrando para su pensión”.
Los sistemas de pensiones fueron diseñados hace más de 100 años, pensando en otra estructura familiar y en empleos en los que la gente dependía de una sola empresa, explicó Oliver Azuara, economista sénior en la División de Mercados Laborales del BID, al presentar el reporte. Desafortunadamente, los esquemas pensionarios no están recogiendo esa heterogeneidad, lamentó.
Y la pandemia “demostró que millones de personas están fuera de la cobertura”. En la era digital hay múltiples ocupaciones, apuntó el economista, a las cuales se incorporaron quienes perdieron su trabajo por la crisis económica que desató la covid-19.
De nuevo, el caso de Didi exhibe esa situación: el 60% de los repartidores encuestados “reportó que la pandemia influyó en su decisión de usar DiDi Food”, en tanto que eso mismo señaló el 29% de las conductoras y los conductores.
A nivel global, el 48% de quienes comenzaron a conducir para Beat lo hizo presionado por las condiciones en la pandemia, el 59% usa al menos otra plataforma. En cuanto a la contribución para su pensión, el 68% tiene una cuenta, pero el 78% no le ha abonado en el último mes.
Avances, pero no en todos los sectores
Desde hace cinco años, el BID puso en marcha el Laboratorio de Ahorro para el Retiro en México, Colombia, Chile y Perú. Con ese proyecto evaluaron la puesta en marcha de diferentes estrategias “para incrementar el ahorro pensional de los trabajadores más desconectados de la región”.
En México, el 63% de las personas trabajadoras “no contribuye a la seguridad social y, por tanto, no dispone de un mecanismo automático de ahorro para el retiro”. Según el BID, “esto los expone a la inercia, en la que cualquier desviación del estado actual se percibe como una pérdida; la procrastinación, al pensar que ‘ya ahorraré mañana’; el sobreoptimismo, con ideas como ‘seguro que puedo seguir trabajando cuando sea viejito’; y otras barreras para el ahorro que han sido documentadas por la economía del comportamiento”.
Desde 2015, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) ha promovido el ahorro voluntario por múltiples alternativas, destaca el BID. Uno de esos es la aplicación para teléfonos inteligentes AforeMóvil y las 14 redes comerciales, que ofrecen la posibilidad de ahorrar en más de 15,000 puntos físicos del país.
Esos esfuerzos “han resultado en un incremento del 500% del ahorro voluntario entre 2013 y 2018”. Pero realmente “sólo el 10% del ahorro voluntario se capta a través de los puntos físicos de recaudo y, al tercer trimestre de 2018, se estima que menos de uno de cada 100 afiliados ha utilizado la red de recaudo para el ahorro voluntario”.
Es decir, quienes están aportando para crecer la cantidad que recibirán al retirarse lo están haciendo por vías institucionales o tradicionales, porque quizá tienen un empleo tradicional y formal.
Para promover el ahorro voluntario para el retiro “en comunidades históricamente desconectadas de los sistemas de pensiones y el trabajo formal”, los gobiernos deben crear un mecanismo “más profundo de asesoría” para explicar el funcionamiento del sistema y los beneficios de éste. “El principal reto consiste en desarrollar un mecanismo escalable y costoefectivo de educación financiera y previsional”, concluye el BID.