Las pólizas de este tipo de vehículos pueden ser confusas, pero aquí te ayudaremos a entender los términos extraños que aparecen en el contrato.

Rentar un automóvil en un viaje de placer o de negocios es una de las alternativas que existen para tener una movilidad sencilla al visitar algún destino, pero en ocasiones lo que parece sencillo, y debería serlo, se complica cuando llega el momento de firmar los contratos y adherir las diferentes coberturas que las compañías de estos negocios te ofrecen. 

Cuando una persona llega a rentar un coche por primera vez surgen dudas cuando leen en el contrato o les ofrecen las protecciones CDW, LDW, y otras iniciales que parecen no tener sentido, llevando a la confusión de los clientes de cuál cobertura tomar para evitar sorpresas al final del periodo pagado. 

Al rentar un coche la única cobertura obligatoria que debes contratar es la denominada TPL o PLI que está enfocada en la cobertura a daños a terceros. 

Esto aplica tanto para la mayoría de los países al ser una obligación en las reglamentaciones locales para cubrir gastos que puedas generar al dañar el patrimonio o a una persona por un accidente automovilístico. 

A partir de eso existen diferentes coberturas que se pueden agregar como daño total o parcial del vehículo, robo total o parcial, protección médica para el conductor y pasajero, asistencias viales, seguro contra robo por valores dentro del coche, seguro contra pinchaduras de neumáticos, entre otros. 

Cada una de estas protecciones irá elevando el valor de la renta original del coche. Nunca olvides que el precio mostrado en las páginas de internet o en los locales es el precio base al cual deberán sumarse las protecciones adicionales. 

Es importante que conozcas que la mayoría de estas protecciones requieren el pago de un deducible calculado independientemente por cada compañía operadora, que puede ir desde el 10 al 30 por ciento sobre el valor puesto por la empresa de renta. 

Este dinero queda asegurado en tu tarjeta de crédito que has colocado en el registro al momento de firmar el contrato. 

Pero si quieres evitar esto todas las compañías ofrecen una cobertura cero por ciento de deducible, la cual está ligada a la contratación de las pólizas de robo o daño parcial, así como robo total o parcial. 

Este agregado te evitará dolores de cabeza si el coche sufre un desperfecto en tu periodo de renta, aunque también aumentará considerablemente el valor de la renta por día. Si bien podría parecer una suma extraordinaria, si existe un robo o daño, el costo por el seguro generalmente es mucho menor de lo que debes pagar si no los contratas. 

Ante alguna duda debes preguntarle al agente que te atiende al momento de firmar el contrato. Lo ideal es que lo leas, pero si llevas prisa trata de preguntar los conceptos más importantes como cargos a pagar en caso de un accidente con los seguros contratados.