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¿Qué pasa si contraté un seguro de vida con ahorro y no puedo seguir pagándolo?


Los seguros de vida con componente de ahorro sirven para alcanzar metas de mediano y largo plazo: un viaje, el enganche de una casa, un automóvil, la educación de los hijos, alguna cirugía estética o recursos para el retiro de la vida laboral.

Apoyan en el cumplimiento de sueños, premian el esfuerzo y la continuidad de quienes los contratan, pero el hecho de ser un compromiso de largo plazo causa cierta incertidumbre en las personas, sobre todo, al cuestionarse qué pasará con el dinero si alguna vez no puede seguirse pagando.

En los seguros de vida con ahorro el cliente define la cantidad que quiere alcanzar, pueden ser 500,000 pesos en 10 años, un millón de pesos en 20 y con base en eso se establece la prima anual que estará pagando durante el periodo que haya elegido. El producto además de administrar el ahorro, contempla cobertura por fallecimiento, invalidez y en ocasiones por enfermedad catastrófica.

Antes de contratar un producto de este tipo siempre pregunta qué opciones existen si alguna vez no puedes pagarlo o aportar la cantidad que definiste. A su vez, es obligación del agente aclararte qué sucederá si dejas de pagar o qué acuerdos se pueden hacer para que no pierdas tu dinero.

Es importante que sepas que si dejas de pagar en los primeros tres años de contratación, pierdes todo tu ahorro. No recuperas nada, pero si ya no puedes continuar con él al cuarto, quinto o décimo año existe la tabla de valores garantizados donde se establece el monto de recuperación de prima.

“Esta tabla se le transparenta al cliente desde la contratación de su seguro para que conozca las opciones y para que revise en qué compañía está y los beneficios que tendría al enfrentar una contingencia familiar que le impida seguir pagando”, expresó Daniela Becerril, directora comercial de Vida y Salud de Mapfre.

Explicó que existen opciones disponibles para los clientes que les permiten cumplir ante contingencias cuando contratan un producto de largo plazo 5, 10 o 25 años, en los cuales se prevé que si en algún momento no tienen la suficiente capacidad económica, puedan seguir pagando el seguro.

Dentro de la tabla de valores garantizados existe algo conocido como valor del rescate y aplica cuando definitivamente se reconoce que ya no se podrá pagar el seguro. “Es cuando dices ya la quiero cancelar ya no puedo pagarla, es decir, me voy a llevar el dinero que pagué y estoy dispuesta a perder la protección que contraté en algún momento”, afirmó Daniela Becerril.

Este valor de rescate comienza a funcionar en todo el mercado asegurador a partir del tercer año, y desde ahí se establece un porcentaje que puedes recuperar de todo lo que hayas pagado.

“Eso lo formalizas pidiendo a la compañía de seguros una cancelación de póliza y esa es una de las opciones”, dijo Becerril.

Otra opción que existe, es el seguro saldado, que aplica cuando el cliente no paga su renovación y la póliza se cancela al día 45 por falta de pago. Por un lado, en automático se reduce la suma asegurada al monto que ya se haya pagado y se toma la póliza como saldada, pero el dinero se entrega hasta que se cumpla el plazo establecido.

“Lo que hace es revisar cuánto se ha pagado. Quizá ya se pagó 20% del equivalente de la suma asegurada contratada, entonces, en automático se reduce la suma asegurada a ese 20% y se toma la póliza como saldada”, explicó la directiva de Mapfre.

Otra opción que se tiene con el seguro saldado, es que algunas aseguradoras como Mapfre otorgan hasta un año para que se pueda recuperar el contrato.

“Nosotros damos hasta un año completo para que el cliente diga a los 8, 9 10 u 11 meses, “ya me recuperé” y entonces paga el año que debía, se restablece la suma asegurada y sigue funcionando la póliza tal y como se contrató hace años”, enfatizó Daniela Becerril.

Esto tiene un gran beneficio, no se cancela la póliza, el cliente sigue teniendo su cobertura de protección por fallecimiento, es una suma asegurada sí más reducida pero no se cancela y no se pierde todo lo que se ha construido por años. Este esquema también aplica a partir del tercer año de contrato.

Raúl Kuri Hernández, director de ventas canal agentes de GNP,  resaltó que los seguros de vida con componente de ahorro o de inversión tienen opciones para casos donde, por algún desfase, no se puedan pagar.

“El producto no se muere, el producto te espera algún tiempo (...)  te esperan a que en el futuro tengas mayor solvencia y sigas pagando los planes”, explicó Raúl Kuri.

Si te encuentras en una situación económicamente complicada, habla con tu agente de seguros o directamente con la aseguradora para conocer las opciones disponibles para que no pierdas tu protección. Cuando se trata de productos de este tipo, de largo plazo, a partir del tercer año de contratación, hay alternativas para que continúen con el producto.

“Es un compromiso de largo plazo, entonces puedes tener uno o dos años malos y te explicamos qué hacer; también, de pronto, es mejor tener un seguro un poco más pequeño, pero que puedas pagar”, puntualizó el directivo de la aseguradora GNP.

 

 

 

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