¿Aprendiste sobre educación financiera, pero no puedes adaptarlo a tu vida cotidiana? Estas pueden ser las razones

La educación financiera es el conocimiento sobre el manejo del dinero, en temas como presupuesto, ahorro, deuda, interés compuesto e inversión. Aunque es importante educarse financieramente, por sí sola es insuficiente porque es parte de un entramado más grande que toca a la psicología, la vida y al dinero.

Estas son las razones por las que la educación financiera es insuficiente.

1: La educación financiera es un punto de inicio poco adecuado

La falta de salud financiera se identifica a una carencia educativa. Es un problema de conocimiento. Sin embargo, el cómo se enseña la educación financiera toma en cuenta hechos y gráficas, ignorando nuestras emociones, que también juegan un papel en la toma de decisiones.

Para muchas personas, el dinero es causa de estrés, preocupaciones, miedos o vergüenzas. Tomar en cuenta estos sentimientos y creencias limitantes sobre el dinero ayudaría a las personas a tomar decisiones más saludables.

2: Educarse no necesariamente cambia comportamientos

Contar con conocimientos financieros no es suficiente, porque lo que sabes debes aplicarlo en tu vida diaria. Nuestros comportamientos guardan relación con emociones, actitudes, creencias y valores, que si no comprendemos, la educación financiera por sí sola no podrá cambiar tu vida. Por ello, la información no garantiza transformar tus condiciones de vida.

Si no cambia el cómo piensas, tus hábitos, cómo los pones en práctica, o tu entorno, la información que recibes del mundo no te llevará necesariamente a tomar mejores decisiones.

3: Es solo un aspecto de tu vida

La salud financiera puede alcanzarse cuando equilibras tus creencias y valores, tienes conocimientos adecuados sobre distintos temas de dinero, puedes acceder a contextos donde apliques lo aprendido, tu entorno sea amigable, y puedas seguir un plan financiero diseñado para ti.

La educación financiera se centra en aspectos aislados (y así es para poder hacer el mensaje masivo: todas las personas tenemos una relación distinta con el dinero y tenemos distintos planes), por lo que se centra mayormente en los servicios financieros que ofrecen las instituciones, dejando de lado que en nuestras vidas tomamos decisiones que conducen a cambiar de planes y ajustar los productos financieros que usamos.

Por tanto, si buscamos que la educación financiera cambie vidas, es importante pensarla como parte de algo más grande, enfocándonos en integrar las partes para que nos incluya y a nuestras comunidades.