El día que don Raúl Bailléres Chávez murió, sus hijos Alberto, Celia y Susana recibieron en la residencia paterna a sus amistades más cercanas que acudían a darles el sentido pésame. Muchos sabían que al frente de su imperio quedaría Alberto, ya que el primogénito, Raúl, había fallecido en un accidente de tránsito años antes.

Desde entonces, Alberto Bailléres (entonces de 30 años y a quien se le conocena como el "Rey de la plata"; casado con María Teresa Gual Aspe, una mujer de ascendencia española que le daría siete hijos: Raúl, Alberto, Alejandro, Xavier, Mauricio, Juan Pablo y Teresa), fue el responsable de las operaciones, compras y fusiones de Grupo Bal. Su primera gran transacción fue la compra de El Palacio de Hierro, lo que le brindó sus primeras experiencias comerciales. También llevó a Industrias Peñoles, una de las mineras más grandes de México, a la Bolsa de Valores, e hizo las gestiones para fundar la aseguradora GNP al fusionar dos compañías del rubro.

Antes de llegar al poder presidencial en 2018, López Obrador se expresaba no muy bien del empresario millonario, incluso lo tenía etiquetado como parte de la "mafia del poder", el grupo de personajes de la política y del mundo empresarial a quienes consideraba como sus "adversarios", que querían impedir que él y su movimiento llegaran a la Presidencia. En su libro "La mafia que se adueñó de México... y el 2012", cita a Alberto Bailléres entre los 30 personajes que formaban parte de ese círculo: 16 hombres de negocios, 11 políticos y tres tecnócratas encabezados por el expresidente Salinas de Gortari.

Sin embargo, con el tiempo el tabasqueño al parecer cambió de opinión, pues ya como Presidente de México abrió una relación muy cercana con algunos de esos "16 hombres de negocios", como Carlos Slim Helú, quien incluso es responsable de las obras públicas del Tren Maya; Salinas Pliego, Emilio Azcárraga y el mismo Alberto Bailléres En abril del 2021, cuando Bailléres anunció su jubilación, a los 89 años, luego de 54 años de estar al frente de Grupo Bal, López Obrador celebró el relevo tras de darse a conocer que el hijo del empresario, Alejandro Bailléres Gual, tomaría las riendas de las empresas de su padre.

-Una buena noticia* se terminó el proceso de entrega del mando administrativo y empresarial en el Grupo Bal, después de 54 años de presidencia de Alberto Bailléres entrega la estafeta a su hijo a Alejandro -dijo el mandatario en aquella ocasión. Para entonces, a sus 89 años, a don Alberto Bailléres González, se le consideraba como el cuarto empresario más rico de México, y la revista Forbes de ese año, 2021, estimaba su fortuna en 10 mil 480 millones de dólares.

No obstante pertenecer al grupo de los empresarios que se beneficiaron e incrementaron su fortuna por las privatizaciones realizadas en el sexenio de Salinas (19881994), fue durante los gobiernos del PAN (2000-2012), que 1a fortuna de Alberto Bailléres vio un incremento exponencial gracias a que le otorgaron casi 29 millones de hectáreas para explotación minera hasta 2056 y 2062. De acuerdo * con diversas organizaciones del medio ambiente, en 2015 Grupo Bal aumentó diez veces su valor en cinco décadas gracias a las concesiones mineras que el gobierno brindó a la compañía, lo que le dio a Bailleres la oportunidad de explotar y administrar la riqueza de oro, plata, plomo, zinc y otros minerales.

En el mismo año, Bailléres recibió del Senado la Medalla Belisario Domínguez, en medio de diversos cuestionamientos: la mina de Penmont, explotada por Grupo Bal, derramó cianuro en Caborca en Sonora; en Zacatecas, la minera Sabinas de Industrias Peñoles derramó metales pesados y químicos al arroyo El Canutillo; en Chihuahua, la Minera Bismark, subsidiaria de Peñoles, sobreexplotó los mantos freáticos y contaminó pozos de agua.

La riqueza heredada

Alberto Bailléres González heredó de su padre el control de Grupo Bal en 1967, tras trabajar en el Banco de Comercio, la Cervecería Moctezuma y ser director de El Palacio dé Hierro. Se hizo cargo de 15 empresas entre las que se encontraban mineras, aseguradoras, bancos, una inmobiliaria, una fábrica de malta, una refresquera, una compañía de químicos y una tienda departamental, así como del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Nueve meses después de jubilarse y entregar su imperio a su hijo Alejandro Bailléres Gual, durante la madrugada del jueves 3 de febrero de 2022, Alberto Bailléres González murió. Con su muerte, su hijo Alejandro se convirtió en la tercera generación en heredar la riqueza de Grupo Bal. La mañana del viernes 4, el presidente López Obrador lamentó el fallecimiento del empresario a los 90 años de edad.