Durante la primera mitad de este año, 23.5 millones de cuentas de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) se reportaron inactivas, lo que representa poco más de una tercera parte de las 67.1 millones de cuentas en total, para ubicarse en su mayor nivel desde que se tiene registro.

"El problema con las cuentas inactivas es que no reciben aportaciones obligatorias y están dejando de ahorrar, entonces se capitaliza más lento el dinero, pero no se muere la cuenta. Sin embargo, en parte reflejan la intermitencia del mercado laboral en México", dijo Carlos Ramírez, consultor de Integralia.

El sistema terminó junio con 67.1 millones de cuentas, de las cuales 48.1 millones son cuentas registradas, 9.9 millones son asignadas con recursos en las Sociedades de Inversión de Fondos para el Retiro (Siefore), y el resto asignadas con recursos depositados en Banco de México.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), del total del número de cuentas inactivas, 23.1 millones de cuentas son de trabajadores registrados en el IMSS, cifra que reportó un crecimiento de 8.0 por ciento anual, en tanto que solo 421 mil 100 fueron de empleados estatales que están en el ISSSTE, lo que implicó un aumento de 5.4 por ciento frente a lo observado un año antes.

De acuerdo con Ramírez, la entrada y salida de un trabajador a cotizar a la seguridad social de manera recurrente a lo largo de su vida laboral, explica en buena parte ese porcentaje de cuentas inactivas, ya que la ley no exige cotizar en la seguridad social, aun cuando se trabaja en la formalidad de manera independiente, además del efecto de la alta prevalencia de la informalidad.