Aunque la pandemia de coronavirus se encuentra en este momento en uno de sus puntos más bajos en cuanto a contagios y fallecimientos, el país aún sufre sus estragos. Uno de ellos continúa golpeando la salud de la población de manera importante, en todos los niveles. La escasez y desabasto de medicamentos se presenta tanto en los sectores público como privado.

En las farmacias del sector privado la falta de medicinas llega a 30%, especialmente aquellas utilizadas para tratar padecimientos como hipertensión, depresión o cáncer. Una de las razones es la falta de producción que todavía se registra en países como India, uno de los principales fabricantes y distribuidores de medicamentos, así como el retraso que se presenta en la liberación de contenedores en diversos puntos alrededor del mundo.

Pero otra razón son los millones de recetas médicas que dejaron de surtirse en instituciones del sector salud. Muchos de los pacientes acudieron a establecimientos privados en busca de los fármacos imprescindibles para mantenerse sanos.

A todo lo anterior se agrega el incremento en los costos de atención médica privada. Para este 2022 se espera que sean 19% mayores a los del año pasado. Otro dato revelador lo aporta la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros: el costo promedio de atención médica privada para atender Covid-19 sigue elevándose; hace poco más de un año era de 300 mil pesos y en las últimas semanas alcanzó 520 mil.

De acuerdo con propietarios de farmacias, la inflación de los últimos meses también está orillando a los pacientes a no adquirir todos los medicamentos recetados o a no adquirir las dosis requeridas para cumplir el periodo de tratamiento.

En medio de la pandemia, de los altos precios y de la falta de empleo bien remunerado, la situación trae consigo un deterioro en la salud de las personas por no tener los recursos para atenderse o un deterioro económico para que algún miembro de la familia recupere su salud.

Con el sector salud sin poder eliminar las carencias que lo han caracterizado en las últimas décadas y con los aumentos en los costos de la atención médica privada, quienes enfermen necesitarán de un salvavidas de manera urgente. El derecho a la salud se encuentra en riesgo.