Con la aparición de las variantes de COVID-19, las pautas de salud en cada país cambian incluso cada día y las organizaciones nunca volverán a ser las mismas, por lo que, en este entorno, ¿cómo se puede trabajar o gestionar una transición exitosa a un modelo de de trabajo híbrido?

Kent Bridgeman, profesional independiente de la Million Dollar Round Table (MDRT), establece en un artículo de su autoría las siguientes consideraciones para lograrlo.

1) Generar confianza

La confianza es importante en todo momento, pero en tiempos de cambio, es primordial. Los empleados anhelan la transparencia cuando se trata de cambios organizacionales. Deben poder ver cómo se hace cada elección y cómo éstas mantienen sus mejores intereses y seguridad en el corazón.

2) Priorizar la comunicación

En el espíritu de transparencia, los asesores financieros y los líderes deben trabajar más duro para comunicar cualquier cambio en el flujo de trabajo o lugar de trabajo a su equipo. Debe ser un diálogo, no un monólogo. Busque comentarios y vea cómo se siente su equipo en cada paso del camino.

El cambio a un lugar de trabajo híbrido es una oportunidad única para impulsar la productividad al adaptar el empleo de los miembros del equipo para que se adapte mejor a sus personalidades. En general, los extrovertidos brillan en un entorno de oficina, mientras que los introvertidos se sienten naturalmente más cómodos de trabajar desde casa. 

Por ello, Bridgeman destaca que antes de tomar decisiones a ciegas, dedique tiempo a aprender sobre la situación de los empleados y en qué entorno prosperan, de preferencia, de forma individual. 

3)  Establecer expectativas claras

Después de recopilar información, la mejor manera de comunicar las políticas y expectativas para regresar a la oficina es crear un conjunto de pautas. Para ello, es indispensable ponerse en el lugar de los empleados y hacer una lista de las preguntas que puedan tener y responderlas de la mejor manera posible.

Se debe tomar en cuenta, además, que todo el personal debe tener las pautas, así como la oportunidad de hacer preguntas y dar su opinión. 

“Al generar confianza, priorizar la comunicación transparente y establecer un conjunto de pautas en evolución, puede crear una oficina híbrida abierta y productiva”, concluye Kent Bridgeman.