Los limoneros en el Valle de Apatzingán no sólo continúan con el pago de extorsiones, sino que para recuperar su producción se han ajustado a las nuevas "cuotas" impuestas por los grupos criminales, a pesar deque fuerzas de seguridad se desplegaron en la región desde hace un mes. Productores y empacadores denuncian que tienen que dar un peso por kilo cortado y un peso más por kilogramo comercializado. Es decir, 20 centavos más que lo que pagaban hace unos meses por cada kilo. "Al mismo kilo le están sacando [de extorsión] dos pesos las mañas de aquí, los grupos del Valle de Apatzingán", dice Luis Antonio, quien tiene una huerta del cítrico. Cuenta que las propias empacadoras son las encargadas de descontarles la extorsión a los productores y, junto a su impuesto, se la entregan al jefe de plaza. De lo contrario pueden perder la vida.