A pesar de que el inicio no fue sencillo, el rubro asegurador logró crecer el año pasado 2.6% tras llegar a un monto de primas por 639,000 mdp, cifra inclusive superior a lo logrado en 2019. Recién la CNSF que preside Ricardo Ochoa dio a conocer el reporte final del 2021 en donde se da cuenta de una caída del 28% en la rentabilidad de ese negocio por la siniestralidad.

El impacto del Covid fue drástico. La AMIS que dirige Norma Alicia Rosas precisa que se atendieron 190,000 casos por un importe de 56,150 mdp. Hace ver que a 22 meses que inició la pandemia, si ese monto se convierte a dólares la cifra cubierta es histórica con 2,740 mdd. Ya se superó al huracán Wilma que era el siniestro más costoso para las aseguradoras mexicanas al significar 2,478 mdd.

Los seguros de vida también cayeron 4.7%, por el impacto de las pólizas dotales, o sea con un componente de inversión, dado el difícil entorno. El ámbito de autos igual descendió 4.9% por el mal comportamiento de la venta de unidades nuevas.

En contraposición accidentes y enfermedades creció 5.1%, y las pólizas de pensiones se dispararon 51%. Por la pausa del 2020 había una demanda reprimida.

Evidentemente los costos para las aseguradoras por el Covid-19 no son aún una prueba superada, dado que los contagios por el Ómicron continúan. Sin embargo, la AMIS que preside Sofía Belmar visualiza una disminución del impacto por el avance del proceso de vacunación y una notoria caída en hospitalizaciones.

Rosas resalta que pese a todo el sector muestra un sobrado nivel de solvencia. Vaya a diferencia de la banca con instituciones pequeñas todavía afectadas, en los seguros no se prevé algún proceso de consolidación, aunque sí una tregua en la inclusión del seguro, máxime la afectación del poder de compra.

Como quiera para este 2022, la AMIS proyecta volver a crecer a razón de un 3% real, más que el PIB. Con ello se ligarían dos años consecutivos de avance tras el tropiezo del 2020.

Vida y autos seguirán afectados, no así las pólizas de gastos médicos mayores, ya que con el Covid-19 la clientela cobró conciencia de los riesgos de no contar con una protección. El promedio de la siniestralidad por ese virus es de 550,000 pesos.

Igual ayudará el segmento de pensiones que mantendrá su dinámica, por lo que se cree que la rentabilidad del rubro mejorará.

Así que los seguros resisten pese a todo.