A raíz de la pandemia de COVID-19, los viajes de las aerolíneas comerciales se redujeron significativamente, lo que se tradujo en un decremento en lo que se refiere a la siniestralidad aeronáutica durante 2020. Sin embargo, a medida que los traslados aéreos comienzan a volver a los niveles previos de la emergencia sanitaria, el volumen de reclamaciones de seguros de Aviación podría incrementarse. 

Esta es una de las conclusiones del reporte titulado 9 tendencias a tener en cuenta mientras la aviación se prepara para el despegue posterior al COVID-19, elaborado por Allianz Global Corporate & Solutions (AGCS), que añade también que el virus SARS-CoV-2 no fue un impulsor directo de las reclamaciones de seguros de Aviación durante el año pasado.

“La industria de la aviación ha visto relativamente pocas reclamaciones directamente relacionadas con la pandemia hasta la fecha. Y en una pequeña cantidad de notificaciones de responsabilidad, los pasajeros han demandado a las aerolíneas por cancelaciones e interrupciones”, señaló Cristina Schoen, directora global de Reclamaciones de Aviación en AGCS.

El análisis de AGCS subraya que el efecto directo de las reclamaciones de COVID-19 en el segmento de la aviación es limitado, ya que los incidentes de resbalones y caídas en los aeropuertos disminuyeron, pero ha continuado la gran actividad de pérdidas; en tanto, se espera que los reclamos regresen a niveles normales a medida que los pasajeros vuelvan. El análisis de siniestros de cinco años muestra que los accidentes de colisión o choque son la principal causa de pérdida.

Por otro lado, el estudio indica que el súbito freno impuesto a la industria de la aviación por la crisis derivada por la pandemia afectó duramente al sector. En abril de 2020, dos tercios de la flota de aviación comercial mundial estaba inactiva en la pista, mientras que el tráfico de pasajeros disminuyó un 90 por ciento interanual. Hoy en día, el segmento se está recuperando lentamente, liderado por los viajes nacionales. 

Por último, el reporte de AGCS revela que, a medida que más aviones regresan a los cielos, algunos de los desafíos que enfrentan las aerolíneas y los aeropuertos al reiniciar sus operaciones van desde pilotos “oxidados” hasta infestaciones de insectos. También identifica una serie de formas en que la COVID-19 está remodelando el sector, impulsando cambios a largo plazo en la composición de la flota, las rutas de vuelo y la demanda de pasajeros.