El sector seguros ha pagado más de 3,000 millones de dólares (mdd) por hospitalizaciones y defunciones a causa de COVID-19.

Con la pandemia de la COVID-19, el sector asegurador en México demostró que es una industria resiliente, que está lista para afrontar cualquier siniestro en el futuro. Y es que la pandemia ha sido el evento más caro de la historia en México. Desde marzo de 2020 y hasta el mes de mayo de este año, el sector ha pagado más de 3,000 millones de dólares (mdd) en indemnizaciones y acompañamiento a las familias por defunciones, superando a catástrofes como el huracán Wilma de 2005 (2,530 mdd) y los sismos de 2017 (1,317 mdd).

“Si tengo que resumir en una frase lo que ha pasado con la pandemia de la COVID-19, diría que ha sido un aprendizaje continuo, desde el primer día de marzo de 2020 hasta el día de hoy”, comenta Marc Martínez Selma, director general de Zurich México.

El ejecutivo asegura que el sector respondió de manera muy resiliente, con aprendizaje continuo, porque sus operaciones, de la noche a la mañana, se hicieron virtuales. “Fue un desafío mayúsculo, pero nos adaptamos bastante bien en los primeros seis meses de la pandemia”.

José María Romero, CEO del Área Regional LATAM NORTE de MAPFRE y CEO de MAPFRE México, coincide al asegurar que la pandemia de la COVID-19 ha sido la más grande catástrofe en la historia del sector asegurador en México, más que los huracanes, más que los terremotos, más que cualquier otro tipo de circunstancia que se haya vivido como sector asegurador.

“Aproximadamente, han sido alrededor de 3,000 mdd en indemnizaciones por seguros de vida y gastos médicos. A esto hay que sumar el impacto que ha tenido la pandemia en la economía, todas las restriciones económicas, la paralización de la actividad económica; todo eso nos ha afectado mucho, como sector, como país, como sociedad, con mayor desigualdad social e inflación, que también es un tema importante”.

En nuestro caso, precisa, la exposición a la pandemia ha sido importante, pues se manejan carteras relevantes en vida y gastos médicos, y hubo un exceso de siniestralidad, con base en más de 35 mdd. “No obstante, el sector está muy preparado y, aunque no hay manera de prevenir una crisis de esta naturaleza, los altos niveles de solvencia de las compañías permitieron garantizar la sostenibilidad de la industria y enfrentar este exceso de indemnizaciones”. 

Daniel Bandle, director general de AXA México, dice que el compromiso de la industria con el país es total. “En la pandemia, las compañías aseguradoras dieron la cara y pagaron los siniestros; hoy siguen siendo solventes, están bien capitalizadas y están aquí para los momentos difíciles. México, para AXA, es un país relevante, un país clave. Somos el país emergente más grande y queremos seguir creciendo e invirtiendo. Hoy somos la segunda aseguradora en número de clientes y la cuarta en número de primas en 2021”.   

Un sector con buena salud

Pese al impacto que representó la pandemia, Martínez Selma asegura que la industria aseguradora se ha convertido en un sector muy relevante para la economía mexicana, no solo por su valor, que alcanza ya los 30,000 millones de dólares (mdd), sino también porque es el segundo sector asegurador más importante de Latinoamérica, un sector en crecimiento, un sector rentable, a pesar de la COVID-19, y eso es importante decirlo. Un sector bien regulado, un sector que adoptó la Normativa de Solvencia II, al mismo nivel que Europa y Estados Unidos, y porque las instituciones del sector funcionan bien. “En pocas palabras, es un sector que goza de buena salud y de buenos profesionales”.

México, una oportunidad de crecimiento

Por otro lado, menciona el director de Zurich México, nuestro país tiene la penetración de seguros más baja de toda Latinoamérica, que está en alrededor de 2.5% del PIB, y eso pone en la mesa una enorme oportunidad de crecimiento y desarrollo para todo el sector, tanto presente como futuro.

“El sector asegurador lleva creciendo entre un 5 y un 13% en los últimos cinco años e incluso en 2020 y 2021 hubo crecimiento. Por ejemplo, autos creció 4% el año pasado, gastos médicos y vida creció dos dígitos. La COVID-19 ha elevado el nivel de conciencia, el nivel de la protección y el aseguramiento, lo cual se ha visto traducido en más clientes”, destaca Martínez Selma, quien indica que el sector va creciendo ordenadamente, muy apalancado en la baja penetración.

De acuerdo con cifras de la AMIS, en 2020 la industria aseguradora creció 2.7% a nivel general, es decir, tomando en cuenta todos los ramos, siendo el de Autos el que mayor crecimiento tuvo ese año con 10.8%, seguido de Accidentes y Enfermedades con 7.6%.

Mientras que, en 2021, el crecimiento del sector fue de 10.1% con respecto al año anterior, siendo el ramo de Daños el de mayor crecimiento, con 11.9%; mientras que el ramo de Accidentes y Enfermedades registró un crecimiento de 4.8% en 2021 con respecto al año anterior.

José María Romero considera que el sector debiera aspirar a crecer a mayor velocidad. “Creemos que todavía hay una brecha importante que acortar”.

El CEO de MAPFRE México estima que el sector crecerá este año alrededor del 4%. “Toda esta situación de la pandemia ha traído un incentivo hacia la necesidad de mayor protección en seguros de vida y gastos médicos. Sin embargo, es fácil que este tipo de circunstancias, asociadas a una catastrofe, se vaya moderando conforme pasan los meses y que los efectos de la pandemia vayan bajando”.

Innovación y comunicación, claves para el futuro

¿Qué le falta a México para desarrollar aún más esta industria? Las aseguradoras deben continuar investigando e innovando sus procesos y productos para seguir brindando la mejor atención y utilidad a los asegurados, comenta Fernando Lledó, director general de Bupa México. “Uno de los campos de oportunidad más grandes sigue siendo la digitalización, pues es un medio de comunicación y servicio cada vez más usado y preferido por los usuarios”.

Martínez Selma, de Zurich, dice que las aseguradoras deben intentar comunicar a toda la población, intentar penetrar segmentos, intentar adecuar productos, para lograr el gran reto, que es incrementar la penetración de seguros o asegurar a todos los potencialmente asegurables. “A nivel regulatorio, hay seguros que son obligatorios en EU, Europa y Asia; aquí en México ni el seguro de daños a terceros es obligatorio en los estados; por eso la pentración es tan baja. Debemos hacer un esfuerzo conjunto con las instituciones y el regulador, no solo en la parte cultural, sino crear esa obligatoriedad en determinados ramos, por el bien común, de las familias, de las empresas”.

Daniel Bandle, de AXA México, coincide y va más allá: “Debería ser obligatorio un seguro contra catástrofes naturales, pues somos un país muy expuesto a sismos y huracanes”