Pese a que la experiencia de consumo en seguros difícilmente se asemeje a la que hoy en día brindan gigantes de la disrupción como Amazon, resulta vital que las aseguradoras no dejen disipar su apetito por digitalizarse, método que les permitirá crear una gama de nuevos productos y servicios con la que conectarán mejor con los clientes, afirmó Richie Whitt, codirector ejecutivo de Markel Corporation, holding de reaseguro e inversiones.

Whitt señaló lo anterior durante una charla virtual organizada por AON, en la que reconoció que la industria aseguradora ha dado pasos firmes durante los últimos años, en cuanto a la transformación digital de sus procesos. No obstante, advirtió que disminuir el ritmo en dicho objetivo abriría oportunidades de negocio considerables para competidores poco ortodoxos y provenientes de otras industrias.

“La digitalización es una metodología que nos debe servir para acercarnos mucho más al cliente. En tal sentido, si no encontramos la forma ideal de acelerar dicho proceso en nuestra industria, alguien de otro segmento irrumpirá y posiblemente absorberá una parte significativa del mercado”, explicó Whitt.

Whitt aprovechó su intervención para referirse a la industria de reaseguro. Al respecto puntualizó que invertir en capacidades digitales es un factor crítico para los diversos competidores de este segmento, sobre todo cuando se trata de brindar coberturas para pequeñas y medianas empresas.

“No estoy seguro de que una compañía de Fortune 500 vaya a conectarse y en 15 minutos o menos completará su proceso de adquisición de seguros corporativos. No obstante, un propietario de una pequeña empresa, no tiene tiempo. Por lo tanto, querrán utilizar las plataformas digitales para elegir la póliza que mejor se ajuste a sus necesidades con rapidez, entorno que orilla a los reaseguradores a incrementar su inversión en tecnologías de la información para responder a estas necesidades”, sostuvo el codirector ejecutivo de Markel Corporation.

Para finalizar, Whitt señaló que innegablemente existe una considerable brecha de protección en muchos mercados del orbe. Concluyó que si bien el seguro se constituyó originalmente como un mecanismo para asegurar bienes e inmuebles tangibles, el valor empresarial de muchas organizaciones se basa actualmente en activos intangibles que exigen la confección de coberturas innovadoras, como las pólizas de Propiedad Industrial e Intelectual.