Son muy pocas las personas que voluntariamente contratan un seguro para vivienda, pese a que éste es muy amplio y económico. Ahora que las personas tienen que pasar mucho más tiempo en casa, debido a la pandemia por el Covid-19, la siniestralidad al interior de las viviendas tiende a incrementarse entre un 10 y un 15 por ciento más, pues los aparatos electrónicos y el gas se usan con mayor frecuencia, además de que es común que ocurran accidentes en personas como caídas o golpes.

Así lo señaló el presidente nacional de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas A.C. (AMASFAC), Alejandro Manuel Sobera Biótegui, quien destacó que, es muy poco común la contratación de seguros para vivienda. De un 15 por ciento de las casas-habitación que cuentan con un seguro, el 10 por ciento de ellas lo tienen porque están sacadas a crédito y es obligatorio contratarlo; es muy poca la gente que voluntariamente contrata un seguro para su vivienda pese a que éste es muy amplio y económico.

“La gran mayoría de las personas no lo contratan por falta de información pues mucha gente no conoce todos los beneficios que éste puede tener, además de que falta mayor difusión de este producto”, expresó.

El empresario explicó que los seguros de vivienda, además de cubrir el inmueble y su contenido, también cubren daños causados a terceras personas, o, por ejemplo, “si afuera de tu casa te roban tu bolsa o tu teléfono, o si se te cae tu computadora y se te rompe, el seguro te lo cubre sin que tengas que demostrar una factura, con que digas que es tuyo y tengas una foto que lo compruebe es suficiente. Es un seguro muy amplio y bondadoso, te cubre hasta el plomero, al electricista y muchas otras cosas”.

Aunque es un seguro muy amplio, dijo, es muy económico contratarlo, hay pólizas que van desde 2 mil pesos hasta 8 mil pesos anuales, obviamente para casas muy grandes pueden llegar a costar hasta 40 mil pesos anuales, pero los beneficios son muchos y “la mejor parte es que, el seguro te paga todos tus bienes materiales dañados al valor de reposición de lo que valen nuevos, es decir, aunque tu teléfono ya tenga 5 años de uso o si tu televisión ya tiene 8 años de uso, te van a pagar lo que vale un aparato nuevo”.