En términos generales, las cirugías estéticas, como la Rinoplastia, no suelen llevarse bien con el seguro de gastos médicos. A saber, este tipo de seguros tiene que ver específicamente con el cuidado de la salud. Si tienes algún accidente, una enfermedad, un traumatismo, etc., el seguro puede respaldarte. No obstante, si buscas someterte a algún procedimiento quirúrgico con la única finalidad de cambiar tu apariencia, el asunto se complica.

Ahora bien, una de las cirugías de mayor popularidad es la Rinoplastia: las personas buscan mejorar estéticamente la manera en la que luce su nariz.

Por supuesto, como ya mencionamos, si se trata de un procedimiento meramente estético, el seguro de gastos médicos no cubrirá esta cirugía.

No obstante, hay algunas excepciones en las cuales el seguro sí puede apoyarte. Hay 3 condiciones generales para que tu seguro te ayude con la Rinoplastia.

Antigüedad mínima de 2 años con el mismo seguro de gastos médicos. Mientras más tiempo tengas con tu seguro, mayores serán los beneficios que la empresa te otorgue.

Demostrar que, por salud, necesitas practicarte una Rinoplastia. Necesitarás ayuda de radiografías y estudios clínicos que justifiquen la internevción. Si tienes el tabique desviado o problemas para respirar, por mencionar algunos ejemplos, el seguro puede valorar tu caso y cubrir los gastos.

Normalmente, se pide que el asegurado se haga cargo del deducible y de un coaseguro de alrededor del 30% del valor de la cirugía. Así que la Rinoplastia representará un desembolso para el cliente. Esta medida se toma porque se sabe que existe un componente estético en el procedimiento.