En la difícil coyuntura que se visualiza con una economía que en el mejor de los casos caería entre 7 y 8%, dé por un hecho una fuerte purga de empresas tanto industriales como de servicios.

Ya de por sí el 2019 fue difícil, lo que también moderó la dinámica del rubro financiero, ahora por igual amenazado.

De ahí la reacción de los miembros de la ABM, que preside Luis Niño de Rivera, para abrir una tregua en los pagos de la clientela. Otro ámbito con riesgos al alza es el de los seguros, máxime el golpe que en materia de siniestros representará el Covid-19.

Hay que reconocer que este gremio identificó con oportunidad el desafío sanitario que venía, y aunque en las pólizas el Covid-19 no necesariamente se tenía que cubrir al cliente, esto en el supuesto de pandemia, muchos optaron por no aplicar dicha cláusula de exclusión.

Además, con la importante volatilidad de los mercados, las aseguradoras han tenido que hilar delgado para preservar sus reservas. Por fortuna, aquí las reglas de inversión para sus carteras son conservadoras, por lo que se estima que no se verán impactos que lamentar.

Sin embargo, tampoco para las compañías de seguros los tiempos por venir serán fáciles, porque el desplome económico va a terminar por afectar a su clientela.

Si la liquidez se aprieta como sucederá en las próximas semanas, la renovación de pólizas, tanto colectivas como individuales, se dificultará en detrimento de los portafolios.

Simplemente la población de la tercera edad ha visto un encarecimiento de las primas, que no corresponde con el avance de sus ingresos. Esto se hará más palpable en la coyuntura con la amenaza de que ese segmento tenga que recurrir a las instituciones de salud pública, justo cuando más necesita su seguro y tras cotizar por 20 o 25 años.

Por fortuna en la AMIS, que preside Manuel Escobedo y que lleva Recaredo Arias, ya se evalúan algunas opciones para enfrentar ese tipo de situaciones. De hecho, algunas aseguradoras comienzan a abrir facilidades de pago, aunque no es generalizado. Por lo pronto, la AMIS evalúa con las autoridades, entiéndase Carlos Noriega, de la Unidad de Seguros de SHCP, y la CNSF, a cargo de Ricardo Ochoa, modificaciones regulatorias que faciliten los apoyos, sin demérito del capital.

Así que en una de esas las aseguradoras igual sorprenden a los clientes, en el contexto de la tormenta que se avecina, fruto del Covid-19.

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