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Patrimonio / Lo que debes saber de los seguros de gastos médicos en México


Hoy en día, incluso una enfermedad sencilla se puede complicar. Una persona muy cercana a mí tuvo una infección urinaria, cotidiana. Pero la bacteria que se la provocó era altamente resistente al antibiótico. En lugar de responder al tratamiento, se puso peor, tuvo un choque séptico y llegó al hospital casi sin tensión arterial. Estuvo cuatro días en terapia intensiva y varios más en una habitación normal con distintos medicamentos, incluyendo una combinación de antibióticos que le permitió, finalmente, reponerse. La cuenta del hospital fue superior a 600,000 pesos, sin incluir los honorarios médicos.

Sin un seguro de gastos médicos el golpe habría sido terrible y la familia habría tenido que adquirir una gran deuda o bien vender activos para poder sufragar el gasto. Eso en una enfermedad aguda sencilla que se complicó. Ahora imaginemos lo que costaría atenderse un problema crónico, un cáncer que requiera cirugías y tratamientos de quimioterapia durante varios años. O un accidente grave que implique semanas en terapia intensiva.

Ahora bien, los seguros de gastos médicos son algo bastante complejo con conceptos que pocas personas entienden como periodos de espera, preexistencias o antigüedad (que sirve para eliminar ciertos periodos de espera, pero no cubre enfermedades preexistentes). Por eso es importante escoger un buen seguro desde el principio: si uno adquiere alguna enfermedad será muy difícil cambiar de compañía o incluso de plan.

Hay aseguradoras que ofrecen distintos planes nacionales e internacionales, cada uno con acceso a distintos niveles hospitalarios, y, además, en cada uno se pueden contratar distintos tabuladores médicos. Entonces se vuelve muy complicado, porque una persona podría adquirir un seguro que le cubra el mejor hospital, pero con un tabulador médico que apenas pague la quinta parte de los honorarios que cobra el especialista. Las diferencias no cubiertas, siempre corren a cargo del asegurado.

Por otro lado, sobre los gastos que sí están cubiertos, siempre se aplica un deducible que puede ser por cada padecimiento (no importa si es agudo o es crónico y va a requerir tratamiento de por vida) o por años (sin importar cuántos padecimientos o eventos haya en un año). Este deducible hay que elegirlo muy bien, porque incide mucho en la prima que uno termina pagando, pero también porque se va incrementando en cada renovación según la inflación.

Ahora bien, después de la aplicación del deducible, la mayoría de las pólizas también incluyen un coaseguro que no es otra cosa que un porcentaje de los gastos que tendremos que asumir (suele ser de 10% pero hay otras opciones). Este coaseguro puede tener o no un tope (es importante que lo tenga). Además, en caso de atendernos en un hospital de nivel mayor al contratado, el porcentaje de coaseguro es mayor pero también, en caso de ir a un hospital de nivel menor, se podría eliminar.

Hay otros aspectos muy importantes de los seguros de gastos médicos que debemos saber y que abordaré en la segunda parte. Mientras tanto, si tienes alguna pregunta o requieres asesoría no dudes en contactarme.

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Patrimonio / Lo que debes saber de los seguros de gastos médicos en México


Los seguros de gastos médicos son una herramienta esencial para aquellas personas que, ante las carencias del sistema nacional de salud, quieren y pueden atenderse en el sector privado. Sin embargo, hay muchísimos aspectos que uno debe comprender: periodos de espera, antigüedad, preexistencias, deducible por padecimiento o por año, coaseguro, de las que hablamos en la primera parte.

Otro elemento para tomar en cuenta es la suma asegurada. Hay varias opciones y lo que siempre recomiendo es contratar la mayor posible. Estamos protegiendo nuestro patrimonio y uno nunca sabe qué enfermedad podríamos tener en el futuro o cuánto costará su tratamiento. Pensemos en un evento catastrófico cuya atención termine costando decenas de millones de pesos. Si se agota la suma asegurada tendremos un enorme problema encima.

De hecho, muchos seguros de gastos médicos que algunas empresas ofrecen como prestación a sus empleados, suelen tener una suma asegurada muy baja. Pero, además, estos seguros no tienen ninguna “portabilidad”, o si la tienen, es bastante limitada.

Esto significa que, si uno sale de esa empresa y tenía padecimientos abiertos, los gastos subsecuentes a su baja ya no van a ser cubiertos (aunque uno contrate un seguro individual con la misma aseguradora, porque es una enfermedad preexistente). En ciertos casos sí tienen una cobertura de “conversión a individual” en donde se pueden cubrir complementos de esos padecimientos, pero hasta un monto pequeño y durante uno o dos años más. Después ya no hay cobertura.

Por eso es muy importante que, aunque uno tenga una póliza de prestación, uno contrata un producto complementario individual o familiar que amplíe la cobertura (suma asegurada adicional en caso de agotarse la de la empresa) y además garantice la continuidad (mediante una garantía de conversión a un seguro individual que en caso de baja de la empresa, continúe pagando cualquier padecimiento que se haya reclamado en el de la empresa, obvio siempre que se haya iniciado posterior a que se haya contratado esta póliza).

Finalmente quiero abordar uno de los grandes problemas de los seguros de gastos médicos mayores en México: la prima sube mucho con la edad (aunque lo hayamos tenido toda la vida) y para mucha gente mayor se puede volver impagable.

Por ejemplo: un seguro de gastos médicos amplio para una persona de más de 75 años puede costar más de 150,000 pesos al año. A los 80 años, la misma persona tendría que pagar más de 200,000 pesos por persona. En otras palabras, si se trata de una pareja de adultos mayores, obviamente el costo se duplica.

Hay mucha gente que no puede pagar su seguro cuando más lo necesita, aún cuando haya pagado su póliza muchísimos años sin tener ningún siniestro.

Esto hay que saberlo para poder tomar provisiones, nosotros, mientras estamos jóvenes. También tendremos que ahorrar para esto y formar patrimonio más allá de una pensión digna. Aunque uno gaste menos en otras cosas (ya no habrá que pagar hipoteca ni colegiaturas), los costos de salud en la vejez se incrementan mucho y está en nosotros llegar preparados. Busca siempre asesoría profesional para tener la mejor cobertura posible, adecuada a tus necesidades y planear correctamente otras etapas de tu vida. Con gusto te puedo ayudar.

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