Aunque el tema de los seguros de vida puede sonar para muchas personas como lejano, caro y poco accesible, actualmente las aseguradoras apuestan por ofrecer sus beneficios a los jóvenes, quienes pueden ahorrar de una forma flexible y protegerse ante cualquier riesgo.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) el seguro es un producto financiero que ofrece protección a una persona y/ o a su familia.

“Puede cubrir el daño y/o reparación de daños y afectaciones tanto a tus posesiones materiales -tu casa, tu auto, tu negocio o tus electrodomésticos-, como a cosas intangibles -como la salud o la vida-”, planteó la asociación.

Un asesor de seguros de, declaró a EL SOL DE TAMPICO que en México no hay una cultura en la contratación de seguros.

“De una manera más romántica puedo decir que ante los designios de Dios somos frágiles; hoy salimos de casa en la mañana, nos levantamos, almorzamos, nos vestimos, nos vamos al trabajo pero no sabemos si vamos a regresar -sea cual sea nuestra edad-”, dijo.

Señaló que las personas no saben qué responder cuando se les pregunta qué pasaría con

“Hay dos grandes riesgos principalmente a los que nos sometemos todos los días como personas; el primer riesgo es incapacidad totalmente para trabajar y el segundo es un fallecimiento”, informó.

“El trabajo de nosotros los agentes es concientizar a la población; nuestra misión como agentes de seguros es proteger familias. Tuve un caso de alguien que me dijo 'Carlos, fuiste como mi ángel de la guarda porque si no me hubieras insistido en contratar la póliza no sé qué hubiera hecho con este cáncer”, recordó.

Los tres seguros que una persona debe tener

El seguro de vida, el de gastos médicos y el de automóvil son las tres garantías con las que debe contar una persona para proteger su ingreso, señaló el asesor.

“Son de cajón; una enfermedad actualmente vale carísima, el cáncer es una enfermedad que a menos que seas millonario vas a poder solventarlo con atención de calidad, son enfermedades que a una familia promedio los va a llevar a la crisis económica”, acotó.

“El seguro del automóvil, ese es básico, imagínate un choque o un atropellamiento”, añadió.

El experto señaló que en México el 6 o 7% de la población económicamente activa cuenta con un seguro de vida, el 24 ó 25 % tiene un seguro de gastos médicos, mientras que del padrón vehicular el 38 a 43% de los vehículos que circulan en el país están asegurados.

Los jóvenes también deben pensar en los seguros

Peña González, que en 8 años de carrera profesional ha vendido a unas 250 personas un seguro de vida, hizo énfasis en que los jóvenes también deben contar con este sistema de cobertura puesto que pueden morir de forma temprana, incapacitarse o llegar a la edad mayor con una pensión muy baja.

“Me he topado con jóvenes, sin dependientes económicos y hasta sin mascota, ¿qué pasaría si a su corta edad quedan inválidos totalmente para trabajar? Una cuadriplejia o una ceguera, ¿cómo obtendrán un sustento para vivir?", planteó.

Explicó que ahí es donde entran los seguros de vida y los seguros para el retiro, que si se contratan en la juventud tienden a ser más accesibles.

“No es lo mismo ahorrar un millón de pesos en 30 años que ahorrarlos en 10 años, obviamente el plan de 10 años tiene que ser más agresivo, si lo haces en la juventud es más flexible. Un seguro para el retiro es protegerte a ti, a tu familia y a la persona que serás cuando seas viejito”, apuntó.

¿Cómo confiar en las aseguradoras?

El experto destacó que actualmente, las aseguradoras además de ser supervisadas por las autoridades, cuentan con un techo financiero sostenible.

“El año pasado solo en reclamaciones de pago de gastos médicos GNP erogó 12 mil millones de pesos por atención a más de 79 mil reclamaciones, lo que se traduce en 32 millones de pesos diariamente”, puntualizó.

 “Eso habla de que la aseguradora es una empresa muy sólida y que tiene para solventar a su seguridad ya sea en el área de vida, de gastos médicos o de autos”, enfatizó.

Apuntó que pensar en el futuro, en la seguridad y en la muerte es asumir la realidad para a corto, mediano o largo plazo estar bien.